Nicolás Muñoz, el hombre detrás de Boy Pablo adopta el alter ego de “Wachito Rico” en este brillante debut. Con mezclas que van desde la música bailable hasta la honestidad y apertura emocional, pasando por la diversión y la auto burla, todo bajo un manto de bedroom pop que logra expandirse lo suficiente para que sigamos pidiendo más de Boy Pablo.
Por Valentina Morales
Nicolás Muñoz, el noruego-chileno de 21 años detrás del alter ego Boy Pablo, saltó a la fama cuando el video de su sencillo "Everytime" se volvió viral en YouTube gracias a los misteriosos algoritmos de la plataforma. El ensoñador himno atrajo millones de reproducciones después de que se puso en cola automáticamente para seguir a los pesos pesados en su campo del indie relajado- hola, Mac DeMarco - llevando los resplandecientes sonidos de Boy Pablo al escenario mundial.
Tras varios EPs lanzados desde “Everytime” y un debut en Chile el año pasado en la Blondie, Boy Pablo aterriza con su álbum debut que le hace un guiño más que claro a sus orígenes, Wachito Rico. El título del álbum en sí mismo significa un alter-ego tomado de la jerga chilena y sirve como lazo con sus raíces latinas, pero también como una especie de disfraz para Muñoz, donde termina combinando algunas de sus propias experiencias con elementos de ficción.
Una encapsulación de cómo tras unos pequeños lanzamientos llega a una madurez adolescente, fresca, juvenil que apela a todo el pop indie de ensoñamiento, mientras nos cuenta historias de amor. Como una estela relajada que se pasea entre las texturas y tonalidades de las canciones, el distintivo de Boy Pablo está claro en todo el álbum. Y si bien el bedroom indie pop es el claro género en el que nos encontramos con Wachito Rico, eso no significa que no encontramos otras sonoridades dando vueltas.
En general es un poco fútil tratar de escapar de la influencia funk que está teniendo la música pop hoy en día y la música de Boy Pablo no es la excepción. En el sencillo principal “hey girl” con un fondo de guitarras con rasgueos funkys aportan una cuota de baile a la canción. Esas texturas funkys con letras sencillas y abiertas muestran el espíritu lúdico de Boy Pablo que revienta con el uso de los sintetizadores al estilo de Super Mario, para luego vover al bedroom indie pop realness.
Con texturas súper ricas dispuestas en todas las canciones, son los ligeros toques que hacen que las canciones sean lo suficientemente distintas y raras para mantener la atención durante todo el álbum. Con una bella habilidad de mezclar sonidos raros del sintetizador, texturas curiosas que dan toquecillos y las infaltables frases en chileno, todo eso hace de este álbum una escucha muy agradable, perfecta para estos climas primaverales por este lado del globo. Ahora, si bien Nicolás Muñoz es noruego, la influencia de Chile se siente, no solo en el título del álbum. A lo largo de las canciones podemos encontrar encantadoras frases como “no se vayan, ya po’” que hacen que, como chilenos escuchando música en inglés de un cabro chileno-noruego, digamos ¡güena loco!
De principio a fin, el álbum prospera gracias a su despreocupada simplicidad. Incluso “leave me alone!”, en el que Muñoz contempla una ruptura, viene con una sensación de vitalidad mientras alegremente sonríe sobre un ritmo pop: “I just wanna dance and be in the zone / Eat some candy / Just leave me alone.” Hay una calidad muy relajada, que fue un factor definitorio en sus EPs, que podemos encontrar a lo largo de este disco. En la genial “come home”, que serpentea en los territorios psicológicos salpicado de sol, luego da paso a quizás la canción más animada y divertida de todo el álbum, “mustache”, con el que Muñoz explora temáticamente el deseo de un personaje de dejarse crecer un poco de vello facial.
Ahora quizás donde se encuentra mayor honestidad y apertura es en canciones como “te vas” donde a punta de solo una guitarra acústica solitaria, nos ofrece intimidad mientras le suplica a su novia que se quede. Muñoz también se enfrenta a algunos de los desafíos que conlleva encontrar fama mundial a los 17 años. En los últimos años se ha mostrado abierto sobre las luchas tanto con el insomnio como con la ansiedad, que aborda de frente con el sencillo y melódico "rest up", una canción en la que pareciera que estuviéramos leyendo un diario personal.
Mientras que la canción que le da el título al álbum ofrece uno de los momentos más urgentes del disco, con ganchos de disco maravillosos y ruido de fondo borroso cuando Muñoz le pide al oyente que se mueva, y serías un tonto si no te unieras a él. Es un testimonio de su habilidad el hecho de que, con la gran cantidad de música que se transmite a lo largo de Wachito Rico, el disco nunca se siente confuso o sin flujo; todo tiene un sentido natural de equilibrio.
Wachito Rico exuda una amplitud musical que demuestra que Boy Pablo no es solo un cueazo’, a pesar de haber encontrado la fama viral de la noche a la mañana. Este magnífico debut confirma que a veces la suerte, y los algoritmos de YouTube, no podrían haber sonreído a una persona más merecedora.
Recomendamos las canciones “i hope she loves me back”, “honey”, “te vas // don’t go”, “wachito rico”, “nowadays”.
Fecha de lanzamiento: 23 de octubre
Sello: 777