Magma en el Teatro Nescafé de las Artes: El sonido de la simetría y la mística

En armonía y equilibrio se presentó Magma ante la masiva convocatoria que llegó al recinto de providencia durante la fría noche del pasado viernes. Los precursores del “Zeuhl” entregaron una contundente presentación de la mano de su histórico líder Christian Vander, quien fue uno de los grandes protagonistas de la jornada. Una sesión de experimentación y aventura pura, define la vuelta de este ente del “Rock in Opposition”.

Por Fernando Vilches

Foto por Luis Marchant

El rock progresivo tiene un montón de aristas en la música, una diversidad de miradas y aplicaciones. Desde Europa, este género se ha trabajado en masía y podemos encontrar grandes exponentes de este como PFM, Focus o Aphrodite´s Child. Pero sin duda, una de las agrupaciones más auténticas que podemos ubicar en el viejo continente es Magma. Y es pertinente destacarlas por sobre otras, por la innovación y constancia que han mantenido por más de 50 años, creando su propio subgénero del rock en progresión y hasta su propio idioma. Así es, tal como lo lees, el fundador y mente maestra de este proyecto musical francés Christian Vander, inventó un lenguaje propio llamado Kobiaïano, el cual implementa en la letra de sus canciones. Con grandes influencias del Jazz y R&B- entre los grandes referentes del fundador, John Coltrane y Chet Baker-, Magma se hizo un espacio en la escena musical con creces, rompiendo con todos los canones tradicionales establecidos y creando un nicho de fieles seguidores. En esta ocasión, la banda francesa retorna a Chile- después de una exclusiva visita a nuestro país el año 2013- promocionando su último trabajo, el cual se titula como “Kartehl” y refresca el clásico sonido del conjunto.

Foto por Luis Marchant

Previo a que Magma iniciara su show, la banda chilena Tryo fue la responsable de telonear a los estelares. Con un sonido experimental y místico, los chilenos lograron ganarse a el público, quienes disfrutaron desde sus asientos los 30 minutos que tocó la agrupación. Un show lleno de rock progresivo.

Foto por Luis Marchant

Si un recinto completo te recibe entre gritos y aplausos, y aún no has puesto ni siquiera un dedo en algún instrumento, puedes asumir que la noche será de gran envergadura. Así le sucedió a Magma, quienes apenas ingresaron al escenario fueron recibidos entre grandes ovaciones por parte de los entusiasmados asistentes.
Una elocuente puesta en escena se pudo ver durante toda la noche, teniendo a cada uno de los integrantes vistiendo exclusivamente sobrias prendas negras y ubicados simétricamente sobre el escenario. A la izquierda de este, teníamos a dos coristas formadas una al lado de la otra (Isabelle Feuillebois junto a Sylvia Fisichella), un sujeto con magno sintetizador (Thierry Eliez), el encargado de los guitarreos (Rudy Blas) y a uno de los vocalistas principales (Herve Aknin). Por el otro lado, dos coristas adicionales (Sandrine Destefanis y Laura Guarrato), un tecladista (Simon Goubert), el imponente bajo junto a su dueño (Jimmy Top) y la segunda vocalista (Stella Vander). Todo ordenado y elegido con pinzas y bisturí, para que así en el medio, justo al fondo, acompañado de altos platillos y magnificas cajas, se encuentre el creador de la magia: Christian Vander.

Foto por Luis Marchant

El espectáculo dio inicio con temas del más reciente proyecto de la banda, "Karthel". Con la batería en alto y las coristas alimentando el ambiente con atrapantes armonizaciones, temas como "Walomendëm warreï", "Hakën Deïs" o "Do Rïn Ïlï Üss" dieron inicio al envolvente viaje que nos deparaba la noche.

Uno de los puntos más interesantes en los shows de la banda, es el sonido único e irrepetible que ofrecen en cada recital. Pareciera que en cada show intentan entregar una experiencia diferente, agregando diversos elementos que varían de sus versiones de estudio, como entregando el protagonismo a algún integrante en particular o dejando que un instrumento jugué con las texturas de las canciones. Una banda con la trayectoria que tiene Magma, se puede dar el lujo de variar y modificar su cautivador sonido.
El emblemático álbum del 2009, "Ëmëhntëhtt-Ré" hizo su aparición durante la segunda parte del show, donde la banda decidió tocar los tres primeros temas del álbum de corrido. Sin embargo, cuando el tema "Ëmëhntëhtt-Ré II" estaba concluyendo, el guitarrista se tuvo que retirar del escenario -sin aparente explicación- , dejando un pequeño ambiente de incertidumbre en el Teatro Nescafé. Stella Vander llamó a la calma, anunciando que si Rudy Blas no volvía, ellos seguirían con su show. Y así fue, Blas no volvió sino hasta un buen rato después.
Llegó el momento del encore, los músicos se retiraron del escenario entre grandes ovaciones por parte de sus fanáticos, quienes se mantuvieron en sus asientos esperando el regreso de la banda. El conjunto regresó para tocar dos temas más. Llegó el turno de la obra cumbre de Magma "The Night We Died" que junto a cautivadores armonizaciones por parte del coro y el gran trabajo de los tecladistas, logró tomarse la totalidad del recinto y llegar a cualquier asistente presente- si ya no lo habían logrado antes- Por último, un elocuente Christian Vader se despojó de su querida batería para pasar a cantar el último momento de la noche, "Dehnde" y como un experimentado frontman entregó una perfomance de calidad merecedora de una completa ovación de pie, que el público le entregó una vez el tema concluyó.

Los franceses entregaron un grandilocuente show, que se adaptó a los imprevistos que surgieron en el camino y que supo demostrar porqué son los pioneros y dueños del género. El 29 de abril se presentarán por segunda vez en el Teatro Nescafé de las Artes y llegarán al sur del país el 1 de mayo, para seguir compartiendo su característico sonido en el Teatro de la Universidad de Concepción.

Galería fotográfica por Luis Marchant

TRYO

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