“UB40 feat Ali Campbell” en Chile: una voz que no se oxida.

La emblemática banda de Birmingham ofreció un setlist directo y cargado de covers, en un show de casi 90 minutos que marcó su quinta visita a Chile y nos dejó a todos con esa sed inconfundible de “Red Red Wine”.

Por: Pedro Massai

Fotos: Luis Marchant

En un ambiente cargado de chilenidad, con adornos tiñendo la explanada del Parque O’Higgins en la previa de las Fiestas Patrias, UB40 featuring Ali Campbell ofreció una clase magistral de reggae que respalda más de cuatro décadas renovando clásicos y, en definitiva, demostrando que el género puede traspasar la frontera jamaiquina.

La jornada, eso sí, arrancó antes. Pasada las 20:00 hrs los oriundos de Concepción, Vibración Eleva, subieron al escenario para ponerle marcha a una explanada que ya pedía verde, amarillo y rojo. Con la participación estelar de la leyenda nacional Quique Neira en “El Ángel con su Espada”, los penquistas dejaron en claro su solidez instrumental y, sobre todo, un cariño entrañable por el estilo que han apadrinado.

Con varios himnos del reggae mundial como antesala, y la intervención de uno de los coristas para presentar al líder en voz y guitarra, Ali Campbell, UB40 inició su show a eso de las 21:15 hrs. Desde ahí en adelante, fueron contadas las veces que el vocalista se dirigió al público —más allá de algún breve “gracias”—, dejando en manos del corista la tarea de animar a la multitud. El detalle curioso fue que, entre arengas y saludos, a ratos no quedaba claro si hablaba a “Santiago” o a “San Diego”.

Desde “Food for Thought” hasta “If It Happens Again”, parte esencial del repertorio de los oriundos de Birmingham, pasando por los covers que han sabido revestir con un sonido relajante —como “Homely Girl”, “The Way You Do the Things You Do”, “Impossible Love” o “It’s My Delight”—, el arranque del concierto se sostuvo con solidez. Quien terminó robándose las miradas en esta parte fue el saxofonista, que se ganó al público al estirar con maestría algunas piezas, siempre acompañado por la complicidad de los coristas rastas que animaban a todos.

Luego desenfundaron “Stick by Me”, con tintes dub, y era inevitable no recordar a bandas trasandinas que han enraizado sus creaciones en estos ritmos, como Los Pericos o los mismos Fabulosos Cadillacs. Le siguieron piezas como “Come Back Darling”, “Bring Me Your Cup” y “Don’t Break My Heart”, hasta que la emoción bajó con “Many Rivers to Cross”, original de Jimmy Cliff, lo que marcó el cierre de la primera parte, cerca de las 22:20 hrs.

Tras una breve pausa —y dicho en buen lenguaje dieciochero—, UB40 tiró toda la carne a la parrilla. El karaoke de las casi tres mil personas se desató con los primeros acordes de “One in Ten”, para luego explotar con la incombustible y nunca avinagrada “Red Red Wine”. En esta última, la voz de Campbell alcanzó un registro majestuoso, donde prácticamente no se notaron diferencias con la pista grabada. La esencia de la banda, en cuanto a su sello sonoro, estuvo más que presente.

Para el cierre remataron con “Kingston Town” y “Can’t Help Falling in Love”, dos himnos fundacionales que, entre linternas de celulares y manos en alto, entregaron un aura especial al desenlace.

Un show que llegó como antesala de celebraciones, terremotos y empanadas, y que cumplió con entregar paz, vibra alta y sobriedad mental, justo cuando las pasadas de cuenta suelen estar a la vuelta de la esquina. UB40 no tiene que rendirle pleitesía a nadie: la calidad siempre estuvo de su lado, y serán ellos quienes decidan cuándo volver. Ojalá pronto, porque acá tienen una familia que no se cansa de apreciar su virtuosismo.

UB40 FEAT ALI CAMPBELL