Tras dos Eps editados, la agrupación presenta su primer larga duración que contó con la participación de músicos como Martina Lluvias, Kid Poison y Dj See All, entre otros.
Unos cuantos años han pasado desde que los integrantes de Charlie Guns estaban en el liceo B13 de Antofagasta y entre clases encontraron la música como punto en común. Tiempos en que comenzó un periodo de surgimiento de agrupaciones en la ciudad como: Pulmón, Ancestro Siniestro, Todos Me Caen Bien, Roborock, Los Animales También Se Suicidan y Nebulosa, entre otros.
Dentro de esta misma camada musical, se conforman con una propuesta fusión Trip Hop/Synth Pop que ahora presenta su flamante primer larga duración titulado SOLX. Un álbum que cierra un ciclo de trabajo que no estuvo falto de interrupciones por medidas sanitarias, situación que distanció físicamente a sus integrantes por un tiempo, pero que no logró opacar las ganas de hacer música para retomar las maquetas y finalizar la producción.
De esta manera, nace un disco con una propuesta lírica que expone sus realidades como jóvenes de región, buscando inspiraciones en aquellos escenarios complejos como el desamor, la inestabilidad laboral, la soledad, las adicciones y, últimamente, la pandemia y sus consecuencias.
Un trabajo de relato contundente que además cuenta con las colaboraciones de Kid Poison, Chicos que Lloran, Martina Lluvias, Diablokat, Dunub y Dj See All.
- “En su mayoría son feats que surgieron de manera espontánea y son artistas que sabíamos que aportarían en la intención del disco. Además, hay mucha admiración involucrada, con Dunub por ejemplo hay un respeto de años por ser músico de Hélices, banda de math rock icónica de Antofagasta, entonces cuando supimos que estaba produciendo le compartimos
, aceptó, y terminó siendo una de nuestras canciones favoritas del disco” cuenta el vocalista Diego Pizarro.
SOLX, que es antecedido por dos trabajos de estudios, los EPs Pilotto de 2017 y Palmera de 2018, es un disco que llega a consagrar un sonido que ahora luce una producción más detallista y con aires más oscuros, dando espacio a una experimentación enfocada en el Trip Hop noventero y Trap actual, manteniendo la base de sintetizadores que ya es parte del ADN de Charlie Guns, tal como lo demuestran en su primer single GoodBoy.