El próximo 8 de octubre el Teatro Coliseo será testigo del retorno a nuestro país luego de seis años de la banda de británica de punk rock The Adicts,que retornan a suelo nacional en el marco de su gira de despedida "Viva la Revolución, Adiós amigos". El grupo tiene una trayectoria de casi cincuenta años, lo que demuestra un nivel de vigencia absoluta. Los fanáticos podrán disfrutar por última vez de una de la agrupaciones punk que marcaron a generaciones.
Por: Álvaro Rodríguez
Hablar de The Adicts es hablar de una de las bandas más singulares del punk británico. Nacidos en Ipswich en 1975, en plena efervescencia del movimiento, lograron diferenciarse gracias a su inconfundible estética: trajes blancos, bombines, maquillaje de payaso y una clara inspiración en A Clockwork Orange. Lejos de ser solo un recurso visual, esta propuesta convirtió a la agrupación en pionera dentro del género, llevando el punk a un terreno teatral y festivo.
Su discografía es un recorrido por más de cuatro décadas de rebeldía. El debut Songs of Praise (1981) marcó su primera gran huella con himnos como Viva la Revolution, canción que se transformó en bandera de lucha y celebración dentro de la cultura punk. Le siguieron discos como Sound of Music (1982), Smart Alex (1985) y Fifth Overture (1986), trabajos que consolidaron su sonido melódico y pegajoso, siempre acompañado de un espectáculo en vivo lleno de confeti, serpentinas y juguetes que caen sobre el público.
Lejos de apagarse con el paso del tiempo, The Adicts han seguido girando por el mundo, demostrando que su propuesta escénica no tiene fecha de caducidad. Con más de 40 años de trayectoria, el grupo mantiene una base de fanáticos leales y al mismo tiempo atrae a nuevas generaciones que encuentran en ellos una mezcla única de humor, crítica social y energía desbordante.
Este año, la banda vuelve a pisar suelo chileno, confirmando la estrecha relación que han construido con el público local. Su show en Santiago promete ser una verdadera fiesta punk, donde clásicos como Joker in the Pack, Chinese Takeaway y Bad Boy se mezclarán con el inagotable despliegue teatral de Monkey, quien desde el escenario sigue siendo un maestro de ceremonias irreverente y magnético.
El concierto no solo representa una oportunidad para revivir los himnos de los años ochenta, sino también para comprobar la vigencia de una agrupación que ha desafiado al tiempo y las modas. En Chile, donde el punk tiene una sólida base de seguidores, The Adicts son recibidos como referentes de una tradición que sigue latiendo fuerte en cada pogo y en cada grito de revolución.
Más que un recital, lo que ofrecen es un carnaval punk: color, caos y música que invita a no olvidar que la rebeldía también puede celebrarse con una sonrisa. Y en Santiago, una vez más, esa fiesta tendrá como anfitriones a los eternos joker punks.