El nuevo trabajo de la inglesa nos muestra como el folk y el soul de entremezclan para que Lianne nos encante con su profunda voz y ese estilo indie-folk que son su sello.
Por Álvaro Rodríguez
Lianne Charlotte Barnes, más conocida por su nombre artístico de Lianne La Havas es una cantante británica de indie-folk que a sus 30 años ya cuenta con tres discos de estudio. La cantante el pasado 17 de julio lanzó su tercer álbum homónimo. Esta nueva placa llega luego de cinco años, cuando en 2015 lanzó su segundo disco Blood, desde ese tiempo la artista fue evolucionando y continúa experimentando estilos musicales.
En su trabajo anterior, Blood, Lianne experimentó con sus raíces jamaicanas y mezcló algo de soul, jazz, R&B y hasta reggae. Lo que fue toda una sorpresa, porque con su primer disco llamó la atención por su estilo acústico más cercano al indie folk. En esta nueva placa La Havas vuelve a experimentar y se acerca un poco más a sus inicios. En un trabajo donde la cantante nos cuenta cómo fue la transición, cuando con su pareja terminaron la relación mientras vivían en Los Ángeles y como la británica retorna a su país natal para volver a escribir y centrarse en su carrera.
Lianne La Havas, el álbum, tiene una característica muy particular, es un trabajo conceptual que describe – como dije anteriormente- las etapas de una relación. Pasando por el inicio del romance llegando al término de éste. “Esta mierda no nos lleva a ninguna parte cariño”, es parte de lo que Lianne canta en “Bittersweet”, el primer de los sencillos del álbum. Una canción donde se logra sentir como la relación se va desgastando y las peleas se vuelven cada vez más normales, parece ser el principio del fin, la voz de La Havas permite sentir ese desgarrador sufrimiento con un ritmo musical mucho más cargado al R&B.
En “Seven Times”, Lianne comienza por entender que la relación ya llegó a su fin y llega el momento de sufrir esa ruptura. “Lloro y rezo, lloro y rozo, toda la noche, todo el día”, de esa forma expresa su desesperanza, una canción muy cercana al folk-soul que nos quiera presentar la cantante, con su letra ya nos comienza a mostrar que hemos llegado a la etapa del no retorno, por lo que comienzas a sentir esa sensación de resignación junto a La Havas. No es difícil sentirse parte de la historia y hacerla propia, más de alguno ha pasado por la etapa donde el perdonar solo hará más daño y es hora de buscar a los amigos, para continuar.
En “Sour Flower”, acompañamos a Lianne en el momento en el cual comienza su búsqueda y realización personal, un ritmo suave, que acompaña su voz profunda, nos sentamos junto a ella y podemos sentir que superó todos los obstáculos y es hora de iniciar un nuevo viaje dejando el pasado atrás. Ya no buscará conformarse y deja en claro que no aceptará nunca más un amor a medias. En esta canción podemos ver el estilo musical similar a su disco Blood, algo más fresco, totalmente acorde con la temática del sencillo.
Lianne La Havas es de esas artistas que con su voz te hace sentir parte de lo que escuchas. Su álbum homónimo es una buena forma de acercarse a la música de la británica, y así llegar a sus dos anteriores trabajos. Es un disco con una temática marcada, la voz de Lianne es la principal fortaleza, es un trabajo digno de recomendar, siempre que un artista experimenta estilos y resultan, merecen la pena de ser escuchados y disfrutarlos como corresponde.
Recomendamos las canciones “Bittersweet”, “Seven Times”, “Can’t Fight” y “Soulflower”.
Fecha de Lanzamiento: 23 de Julio
Sello: Warner Records