Son contadas las oportunidades en que uno va a un concierto y sale con la sensación de haber vivido algo único. El redactor de este comentario puede recordar noches gloriosas, como aquel aplastante debut de Meshuggah el año 2013, la grabación del brutal recital de Anthrax ese mismo año, o ese caos absoluto que significó el regreso de D.R.I. a Chile el año 2018, todos recitales que destacaron por contar con un valor agregado. Ya sea por las altas expectativas depositadas en el debut o el regreso de una banda muy solicitada, o el privilegio de estar presente en el registro oficial del show de una agrupación emblemática, cada uno de estos eventos marcaron a la audiencia, entregando una experiencia memorable. Lo de Gojira este martes en el Teatro Caupolicán, recinto que coincidentemente albergó los tres espectáculos mencionados más arriba, se enmarca como otro acontecimiento único que será recordado por años, por todos los que tuvimos la fortuna de estar presentes en el retorno del titán francés.
Por Sebastián Zumelzu Castro
Foto por Ramón eMe Gómez/Lotus
La velada fue iniciada de la mejor manera con la actuación de la banda nacional, Mawiza, quienes se robaron la película durante los minutos que estuvieron sobre el escenario, anotándose un golazo como pocas bandas locales lo logran en estas instancias. Su fusión de metal con la música de raíz y la cultura mapuche, calzó como anillo al dedo con la atmósfera de la velada y la energía del público que a esa hora ya repletaba el teatro, y disfrutaron del show de los chilenos como si se tratara de los protagonistas de la noche. Canciones como ¡¡Nunca!! o Mawiza Ñi Piwke, marcaron los mejores momentos del cuarteto, con mosh pits y cánticos de la muchedumbre. Mawiza la hizo y dejó más que una buena impresión frente a propios y extraños. El terreno estaba listo para recibir a las estrellas de la jornada.
Foto por Ramón eMe Gómez/Lotus
Un gran telón cubría el escenario y sobre este se proyectaba una cuenta regresiva elevando la ansiedad durante los momentos previos al esperadísimo arribo de Gojira. A tablero vuelto, el teatro de la calle San Diego, casi se viene abajo cuando el contador llegó a cero, y de la mano de Born for One Thing, Gojira daba inicio al que, para este redactor, es el mejor show de metal que se ha dado en Chile en lo que va del año. La cancha era un campo de batalla, el juego de luces pintaba un escenario infernal y el sonido era un verdadero azote para los tímpanos, pero uno preciso y bien pegado, porque Gojira tiene la virtud de ser aplastante de la manera más fina posible. Los primeros minutos del cuarteto en el Caupolicán fueron salvajes, cortesía de una fanaticada efervescente y violenta. Costaba mantenerse en pie, y para más remate, Backbone y Stranded, seguían incitando al desorden en la cancha.
Los de Ondres se negaban a bajar del todo las revoluciones, pero ahí tuvimos momentos de contemplación de su lado más “melódico” con canciones como Flying Whales o el combo formado por Love / Remembrance, donde pudimos apreciar la exquisita fusión del poder devastador de Meshuggah y las atmósferas siderales de Tool, coexistiendo en un perfecto equilibrio bajo el alero de Gojira, cuyos músicos están en su mejor forma. La performance del cuarteto es admirable. Precisión y fuerza absoluta en sus interpretaciones, donde debemos destacar por sobre todos, a Mario Duplantier, baterista que fue el foco de todas las miradas, debido a su timming perfecto y contundencia al pegarle a los tarros. Gojira en vivo es un lujo y cortes como Silvera, L'enfant sauvage y Toxic Garbage Island, fueron certeros testimonio de aquello.
The Gift of Guilt nos llevó al bis con la fiesta en alto, para volver minutos después al escenario y rematar la noche con New Found y Amazonia. La banda se quería retirar, pero el público, pese a haberlo dado todo y con muestras claras de desgaste y agotamiento, seguía pidiendo más. Desafortunadamente, los franceses ya habían finalizado su espectáculo y debían retirarse, no sin antes agradecer al público por un aguante impresionante. Quedaban ganas de más, pero ya era capricho. Gojira sobrepasó todas las expectativas, y pese a que en las afueras del teatro una turba de enajenados intentó hacer una avalancha, dejando a un par de guardias heridos, la jornada fue perfecta y será recordada por años. El titán nos arrasó con brutalidad, y por sobre todo, con mucha gloria.
Setlist
Born for One Thing
Backbone
Stranded
Flying Whales
The Cell
Love / Remembrance
Hold On
Grind
Silvera
Another World
L'enfant sauvage
Toxic Garbage Island
The Chant
The Gift of Guilt
New Found
Amazonia
Galería fotográfica por Ramón eMe Gómez/Lotus
Gojira