Dead Christine y cómo reencontrarse consigo misma

Dead Christine es el proyecto musical de Cristina Forno, formado entre 2011 y 2012. A la fecha cuenta con dos LP, “Heaven & Hell” (2016) y “Stregheria” (2024), donde la artista explora con sonidos cercanos al rock, neofolk, electrónico o gótico.

Por: Matías Muñoz

Dead Christine no es una artista que se haya dejado llevar por la corriente. Quien desde su debut ha cultivado un enfoque distintivo, hoy se concentra en la maduración lenta de su último trabajo “Stregheria”, reafirmando su visión artística y reencontrándose consigo misma, «En este disco quise decir muchas cosas, pero en otro lenguaje (...) el lenguaje que encontré cuando terminó el período banda», explica.

Desde sus inicios, el proyecto de Cristina Forno, artista y compositora, se ha tomado pausas y trató de encontrar su espacio y su forma. Con sonoridades cercanas al folk, al doom, la electrónica y un imaginario gótico lunar y ritual, la artista ha logrado instalarse en la escena reciente abriendo para King Gizzard and the Lizard Wizard y Lacrimosa en Santiago.

Con un trabajo metódico de años, recientemente editó “Stregheria”, su segundo largo, el cual presentará de manera íntegra el 23 de enero en Sala Metrónomo.

"Stregheria" es tu primer trabajo en solitario después de años, ¿Cómo ha cambiado tu proceso creativo durante este tiempo?

  • Fue una decisión más que nada de darme el tiempo a mí misma para hacer las cosas sin estar pensando como en lo comercial o lo marketero, porque algo que me cansó y me colapsó fue eso… me despertaba pensando qué hago o cómo hago crecer este proyecto. Cuando decidí hacer este disco de manera solista, mi decision fue “esto es tuyo y de nadie más, hazlo como tú quieras”... hacerlo a mis tiempos y darme el permiso de yo hacer lo que yo quería hacer.

¿Hubo un cambio metodológico? ¿Es lo que te inspiró a volver?

  • Lo que me inspira ha sido siempre lo mismo, pero sí creo que en el período anterior hablaba más como de relaciones de una forma un poco más personal y en este en este disco en las canciones donde hablo de desamor, porque no hablo realmente de amor, hablo más de pérdida. Todo mi trabajo anterior era muy pasional, con mucha rabia y con mucha intensidad y con muchas ganas de decir muchas cosas.

  • Y en este disco quise decir muchas cosas, pero en otro lenguaje, que fue el lenguaje que encontré cuando terminó el período banda y yo seguí componiendo, pero las composiciones que estaba haciendo sin quererlo empezaron a sonar distintas y por eso fue que empecé como a agarrar todo esto y a unirlo.

  • Al visualizar las canciones me di cuenta que estaba haciendo algo completamente distinto… tenía otra sensibilidad, otra cadencia, era mucho más femenino, no había rabia sino que había más melancolía y empecé a trabajarlo de esa manera.

¿Qué aspectos de la composición o de la creación sentiste que fue más liberador o transformador?

  • Me di cuenta que el estilo musical que a mí me nacía hacer sola era muy distinto a lo que yo estaba haciendo con banda… por eso lo hice como solista y por eso trabajé sola con el Seba en el estudio. Yo no llevé instrumentistas. Yo toqué mi guitarra, no hay bajos de cuerda, hay sintetizadores, íbamos tocando distintos arreglos de los sintes, percusiones, hice yo todas las voces, o sea, es un disco totalmente experimental.

  • Experimentamos en el estudio, estábamos días completos todas las semanas… entonces fue un disco que se hizo así, lo compuse en un periodo de dos años y lo grabé en un periodo de seis meses. Todo ha sido lento con ese disco, pero al final es el resultado de maduración. Trabajando sola encontré quizás más mi esencia como compositora y cantautora. Eso fue lo que pasó… descubrí otra Cristina, descubrí otra faceta mía y que creo que me gusta, me gusta mucho, no es que me represente menos la otra, pero las dos me representan.

¿Cuándo compones siempre es personal o miras un poco hacia el exterior, lo político?

  • De hecho partió como algo muy personal con ciertas canciones y eso fue también mutando porque sentí que mi forma de escribir en este disco fue menos desde el Yo y más desde un concepto del dolor, de la melancolía, la pérdida, cómo se siente y cómo se representan iconografías, formas, caminos de sanación, para mí este disco fue sanador en muchos sentidos.

  • Al final esa es la esencia que uno tiene, de cómo tú ves las cosas, de cómo tus ojos se abren en la mañana y que es la primera cuestión que piensas, cuando una persona te habla qué es lo que percibes… ¿eres intuitivo o no? ¿sigues el corazón o sigues la cabeza? Hay formas que miden a las personas, en cómo lidian con la vida y al final de eso me me fui dando cuenta y hay una canción que es 100% política, la que abre el disco, que me acuerdo perfecto cuando la escribí a propósito de una discusión porque soy vegana.

  • Es una canción que trata de eso, trata de la destrucción permanente que somos el ser humano como especie, somos pura destrucción y que en el fondo nunca vamos a ver las cosas como son, todo es plata, todo es negocio, todo es comprable, habla de la desilusión del mundo en el que vivimos básicamente y la canción que cierra el disco es una canción que habla de las estaciones, pero no solo de las estaciones, sino que cómo esas estaciones afectan a los seres humanos en las etapas de su vida. Siento que las dos canciones están muy ligadas, por eso las quise hacer como apertura y final.

¿Qué importancia tienen los elementos rituales o ceremoniales en tu música? ¿Te inspiras en alguna tradición particular?

  • Para mí la rutina en parte es un ritual, tengo como partes del día que son mis distintos pequeños ritos como nadar o desayunar. Si hablamos específicamente de lo místico y lo oculto, me gusta mucho investigar respecto a eso, aprender respecto a eso, me interesas ese mundo y siempre me ha interesado. Siempre quise se la bruja de la película, no la princesa… no porque sean las malas sino porque había un motivo para mí.

  • De hecho este disco no tiene baterías, tiene percusiones y las percusiones se nota que son ceremoniales y eso fue a propósito porque sentí que mis canciones y lo que yo estaba haciendo en ese momento era total y absolutamente ceremonial y folclórico… yo funciono desde la intuición y funciono desde el corazón, nunca he funcionado mucho desde la cabeza a la hora de crear.

  • Para mí la luna es mi diosa, es mi mayor guía, es impactante lo coordinada que estoy con la luna de forma constante, nunca me pierdo de mirarla y de sentirla.

¿Qué podemos esperar del show de “Stregheria” en vivo y los planes futuros para Dead Christine?

  • En el show en Sala Metrónomo vamos a tocar el disco completo y formato banda. Nos acompañará Diavol Strain que creo que igual es una buena una buena energía como para partir con esta cosa de lírica que ellas tienen…

  • Este lanzamiento es como para darle un cierre a “Stregheria” porque ya ha sido demasiado largo el proceso y creo que es momento, de decir “se acabó esta etapa, sigo sintiendo las canciones, las sigo amando, sigo amando el disco como toda mi música anterior” pero nunca me he cansado pero esto es para darle un cierre.

Dead Christine presentará “Stregheria” el 23 de enero en Sala Metrónomo desde las 20:00 hrs junto a Diavol Strain.