Black Pumas estrenó su esperada segunda placa de estudio hace ocho meses, una colección de diez canciones que, sin abandonar los tonos acústicos, abarcan los clásicos matices del soul y góspel, y cuentan con un pulido trabajo productivo. Analizamos con pinzas y bisturí este sólido disco y calentamos motores para la visita del proyecto estadounidense a nuestro país.
Por Fernando Vilches
En pleno 2019, Black Pumas pisó fuerte la escena musical mundial con su multipremiado disco homónimo, el cual les impulsar una prometedora carrera dentro del soul contemporáneo. De la mano de "Colors", su más exitoso tema, Eric Burton y Adrian Quesada lograron rescatar los tintes más exquisitos del R&B y góspel para mezclarlos en un cóctel distintivo que funcionó con creces.
Cuatro años después, su esperado segundo disco llegó con una generosa duración de 42 minutos y la redonda cifra de diez canciones. De primeras, vemos un trabajo detallado que goza de toques acústicos - más patentes en "Angel" - y que prioriza el protagonismo del vocalista, quien tal como lo hizo en el primer proyecto, deslumbra con su trabajo vocal.
La inauguradora "More Than a Love Song" nos lleva a orbitar por una amigable atmósfera que pasa sin percances a la cautivadora "Ice Cream (Pay Phone)".
Las influencias se sienten en el aire, un poco de Curtis Mayfield en "Angel" y otro poco de Anderson Paak en el tema que da nombre al álbum, "Chronicles of a Diamond". La variación de matices se siente refrescante pero única a la vez, sobre todo porque en cada tema se puede detectar un serio trabajo productivo.
En referencia a esto último, la producción estuvo en manos de Quesada, quien hace notar su peso como arreglista y rescata los tonos más certeros de la música negra. La vara sigue en altura.
Por último, el tema encargado de bajar las cortinas es la psicodélica "Rock and Roll", que apunta a cerrar el disco con una experiencia astronómica y envolvente.
Esta nueva placa de Black Pumas sin dudas que entra en el selecto top de discos más emocionantes del año pasado y me atrevería a decir que también logra rescatar un preciado espacio en los de nuestra generación. El soul sigue viviendo y este tipo proyectos no hace más que confirmarlo.
La agrupación de Texas estará la próxima semana en el Teatro Caupolicán para presentar los grandes éxitos que nos dejó su primer discos y por supuesto que gran parte de este material nuevo, el cual recomendamos disfrutar con libertad.