El dúo británico que conquistó a Harry Styles en 2022 se encontró con el éxito de golpe tras su primer álbum. Hoy, la banda liderada por Rhian Teasdale y Hester Chambers sorprende con su segundo trabajo. “moisturizer” sigue una misma linea melódica pero es más completo, más colorido y demuestra que el grupo no es sólo un par de hits.
Por: Matías Muñoz
Las pegajosas “Chaise Longue” o “Wet Dream”, de su disco homónimo de 2022 comenzaron a repletar festivales o a sonar en el imaginario colectivo británico que hasta incluso llegaron a oídos de Harry Styles.
Wet Leg comenzaban a hacerse famosas gracias a una fresca y renovada propuesta rock-popera que las empezó a posicionar de a poco en el radar musical. Sin embargo, el grupo liderado por Rhian Teasdale y Hester Chambers no se encandiló por el éxito repentino y trabajó de a poco en pulir y refinar su sonido único, demostrando que no sólo fabrican hits.
El dúo regresa con “moisturizer”, su segundo largaduración y una propuesta mucho más madura, con más texturas y colores. “CPR” o “liquidize” es como escuchar su álbum debut, esta vez con un poco más de atención al detalle. Más arreglos y otros elementos adornan las dos primeras canciones que abren el disco, mientras que “catch these fists” se posiciona tempranamente como la bailable del álbum.
Teasdale logra con creces su objetivo como cantante. Sutil, graciosa, seria y con un estilo recitado y despreocupado único es capaz de acoplarse perfectamente con las guitarras burbujeantes del fondo, los sintetizadores o las hipnóticas baterías y coros de la extraña pero colorida fiesta que propone Wet Leg. Son oscuras e impredecibles pero al mismo tiempo capaces de hacer mover a cualquiera gracias a su capacidad de fabricar melodías pegajosas.
“jennifer’s body” o “mangetout” mantienen ese carisma y calidez, acompañadas siempre de un buen trabajo de guitarras y dejando muy poco margen a los arreglos electrónicos. Wet Leg mantiene viva la esencia de banda y como dúo han sabido acompañarse de buenos músicos.
“pokemon” y “pillow talk” son dos ejemplos de ello. Repetitivas y sin mayores sorpresas atrapan con su cadencia y velocidad. “pillow talk” asoma como una especie pop-post-punk casi como si se vieran influenciadas por sus coterráneos de Dry Cleaning con mucha distorsión en sus bajos y un aspecto más opaco que sus otras canciones.
Hacia el final del álbum Teasdale y Chambers se apropian de diferentes argumentos que han nutrido su sonido, esta vez siendo más explícitas, con guiños a las clásicas guitarras shoegaze marca registrada de My Bloody Valentine en “don’t speak” y “u and me at home” o atmósferas más volátiles en “11:21”.
Con “moisturizer”, Wet Leg se acercan a un estilo propio redefiniendo y bebiendo de los aspectos más característicos de su país con su toque único de sarcasmo, ironía y dulzura para crear 12 canciones que no tienen altibajos, sino que preparan un exitoso camino hacia una gran oportunidad de seguir creciendo en calidad.