Con un lleno absoluto, el músico franco-español Manu Chao transformó el Teatro Coliseo en una verdadera fiesta durante el primero de sus shows en formato acústico, una gira íntima que lo mantendrá recorriendo Chile por más de un mes. Desde temprano, el público comenzó a llegar al recinto capitalino, anticipando una jornada que prometía ser especial y fuera de serie. El reencuentro con el artista se vivió como un ritual colectivo, cargado de expectativa, emoción y nostalgia. Con una presentación sólida, honesta y cargada de himnos que marcaron generaciones, Manu Chao brilló de principio a fin, demostrando que su propuesta sigue tan vigente como siempre.
Por: Álvaro Rodríguez Cárdenas

Fotos: Juan Pablo Morales
Desde muy temprano, el público comenzó a reunirse en las afueras del Teatro Coliseo para vivir el esperado reencuentro con Manu Chao. Familias, jóvenes y adultos mayores compartían filas y conversaciones, reflejando el carácter transversal de su música. Poco a poco, el sector cancha fue llenándose, mientras las distintas generaciones se unían por un mismo motivo: cantar y celebrar canciones que forman parte del inconsciente colectivo.
Antes del inicio del show, cada rincón del recinto ya estaba completamente ocupado. La audiencia estaba lista para entregarlo todo; la mesa estaba servida y las gargantas preparadas para una noche intensa.
El encargado de abrir la jornada fue el rapero nacional Aerstame, quien tuvo la misión de preparar el ambiente y conectar con un público diverso. Acompañado por dos guitarristas, ofreció un show acústico íntimo y cercano, donde repasó parte de su carrera solista. Además, interpretó Verte Cerquita de Movimiento Original, uno de los momentos más celebrados de su set.

También hubo espacio para homenajes que generaron un vínculo inmediato con el público, como Tren al Sur de Los Prisioneros y Murió la flor de Los Ángeles Negros. Con una presentación sólida y honesta, Aerstame se ganó el aplauso y la aprobación del Coliseo.
La cancha era un verdadero infierno: el calor se hacía sentir con fuerza en cada rincón del teatro. El show, programado inicialmente para las 21:00 horas, comenzó finalmente pasadas las 21:30. La espera se hizo larga, pero la ansiedad se transformó en euforia cuando, entre una ovación ensordecedora, Manu Chao apareció junto a su banda sobre el escenario.

Un breve intro, con los primeros acordes de Me gustas tú sonando de fondo, marcó el inicio de una presentación que, desde el primer minuto, convirtió al Teatro Coliseo en una fiesta interminable.
La música se adueñó por completo de la noche. Sonaron canciones como Tantas Tierras, Vecinos en el mar y Forzando la máquina, coreadas con una energía desbordante desde los primeros acordes. El ambiente era de locura total, al borde del descontrol, pero siempre con un público comprometido y cómplice de lo que ocurría sobre el escenario.
Puede que no seas seguidor habitual de Manu Chao, pero su propuesta es imposible de resistir: ritmos contagiosos, letras directas y una conexión genuina que invita a entregarse sin prejuicios.
El repaso por sus canciones más emblemáticas, aquellas que marcaron a varias generaciones, desató una algarabía constante. El formato acústico fue sencillamente notable: en ningún momento se sintió la ausencia de más músicos. Por el contrario, la energía y la complicidad entre los integrantes lograron llenar cada espacio del teatro.
Temas como Me llaman Calle, Me gustas tú, Malegría y Mala Vida fueron parte de una noche que confirmó que hay artistas capaces de conquistar tanto a seguidores fieles como a nuevos oyentes desde la sencillez y la cercanía.

Una noche fuera de serie, con un ambiente único e intenso, donde la incomodidad del calor pasó a segundo plano frente a la emoción colectiva. El público se entregó por completo en cada canción: saltó, gritó y cantó como si fuera la última.
Un formato acústico memorable, una selección de canciones impecable y una audiencia comprometida al cien por ciento hicieron de esta velada una experiencia difícil de olvidar. Manu Chao continuará su paso por Chile durante más de un mes, recorriendo diversas ciudades del país y reafirmando su vínculo con el público local.
Setlist
Tantas tierras
Vecinos en el mar
Forzando maquina
Todo llegará
Me llaman calle
Si me das a elegir
La vida tómbola
Circo caliente
Libertad
Por el suelo
Malegría
Mala vida
Yo no podía vivir sin ti
Mi vida
La despedida
Mentira
King of Bongo
Clandestino
Bienvenida a Tijuana
Vagabundo de las calles
Por la carretera
Romerito verde
Desaparecido
Lágrimas de oro
Cómo que no
La primavera
Me gustas tú
Pinocchio
MANU CHAO

AERSTAME
