Con un lleno total y algunos detalles técnicos, la primera de las cuatro fechas pactadas para la llegada de la Revuelta de Los Tres al Movistar Arena demostraron que cuando Álvaro, Titae, Ángel y Pancho se juntan, no hay dudas sobre el lugar de la banda en el podio del rock chileno.
Por José Tomás Prado
Foto por Agustín León
La vuelta de la formación original de la banda tras 23 años ha sido motivo de celebración no solo para los fanáticos de Los Tres, sino también de todos quienes disfrutan de la música chilena. Quedó demostrado desde los conciertos gratuitos en Concepción y en Plaza Ñuñoa, la gente extrañaba y disfruta de ver Los Tres.
Lo de ayer se trató de una celebración. No solo al legado de la banda, sino a la posibilidad que este reencuentro significa para cada uno de los integrantes. Era cosa de ver las caras de Pancho y Ángel en los pasajes más potentes de "La Espada & La Pared", se nota que extrañaban esto.
Y si, ya se ha confirmado que se encuentran trabajando en nuevo material.
Todo inició cuando Torito Alfaro y su banda se tomaron el escenario del recinto santiaguino minutos después de lo pactado y las primeras personas en llegar empezaban a ubicarse en sus asientos. Quien fue designado como el primer telonero en cada una de las fechas de la revuelta capitalina inició los fuegos con cuecas que lograron sacar algunos pañuelos entre el público, aprovechando el espacio que luego sería ocupado por una jornada de sold out. Como estaba anunciado, el conjunto porteño traería al escenario a la increíble María Esther Zamora para cerrar su set y agradecer calurosamente la invitación de Álvaro y el cariño de un tímido público.
Fotos por Gillermo Salazar
El próximo número gozaría de la recepción de un mayor público, pero con un retraso que luego marcaría la jornada. Con una sencilla puesta en escena, Floresalegría tomó su lugar en el escenario para encender a las y los presentes a base de indie rock. Con una gran presencia, Pamela Flores logró los primeros coros de la jornada en algunos de los asistentes que ya estaban familiarizados con la banda. Entre aplausos de sectores del recinto que ya empezaban a llenarse, la banda nacional cerró de gran manera su presentación y agradeció el recibimiento a su joven propuesta.
Foto por Agustín León
Para el momento en que el número principal debía salir, los problemas técnicos de las pantallas gigantes al costado del escenario parecieron nunca poder resolverse. Quizás eso explica los 40 minutos de atraso para que la banda penquista tomara sus lugares.
Aún así, la presencia de Álvaro y compañía es inigualable. Las paredes gigantes a sus espaldas fueron el acompañamiento perfecto para una propuesta que los grandes medios y sus titulares parecieron nunca entender. Ya en sus puestos, una delgada linea blanca se proyectó en la pantalla para ir cubriendo a los cuatro protagonistas mientras la apoteósica "Follaje en el Invernadero" generaba una tensión que explotaría luego de la cuenta regresiva del líder de la banda, para soltar la canción que históricamente ha sido su mejor apertura: "Sudapara"
Con una arena repleta, los estandartes del rock chileno hicieron gala de un sonido impecable que hizo a todos levantarse de sus sillas para el momento en que Ángel tocara el riff de guitarra que da inicio a "El Aval".
Es en canciones más rockanroleras cuando la química del grupo es más que evidente. Pancho parece tocar con una naturalidad que hace parecer a las baquetas como una extensión de su cuerpo y Ángel parece más emocionado que nunca por los momentos en que sus solos deben llenar de distorisión y virtuosismo cada canción. El show está minuciosamente ensayado para que cada miembro tenga su momento de brillar, al mismo tiempo que el público inunda el lugar de coros que se han insertado en la memoria colectiva de la sociedad chilena.
Foto por Agustín León
Haciendo repasos de su trabajo de estudio con el formato original, el set toma lo mejor de obras como "Fome" y "La Sangre en el Cuerpo" para armar una continuidad de canciones que parecen nunca bajar las revoluciones durante la primera hora de show. La energía de "La Torre de Babel" y "Hojas de Té" dieron espacio para que la banda jugara cambiando de posiciones, con Álvaro en la batería, Pancho en el bajo y Titae en un teclado sesentero para jammear las estupendas "Claus" y "Largo".
Es tras la décimo séptima canción que la banda se toma un descanso para cambiar al formato desenchufado, ese que puso a los penquistas en el radar internacional. Armados con instrumentos acústicos y proyectando imágenes del maestro Roberto Parra Sandoval en las pantallas, la banda despachó coreadas versiones de las cuecas "El Arrepentido", "La Vida Que Yo He Pasado" y el foxtrot guachaca de "¿Quien es la que viene allí?".
Foto por Agustín León
Luego de una pausa, el equipo ganador volvió a sus lugares para iniciar el primer bis de la noche con una estupenda versión del slow blues "Amores Incompletos", dándole el espacio necesario a Ángel Parra para soltar toda su destreza con las 6 cuerdas y recibir una avalancha de aplausos.
Foto por Agustín León
Ya cerca de la hora y cuarenta minutos de presentación, el set fue cerrando con una seguidilla de éxitos, causando la euforia de quienes quizás nunca habían tenido la oportunidad de ver a la banda con su formación estelar en vivo. La guitarra countrybluesera de Ángel fue la encargada de abrir tremendas versiones de "He Barrido el Sol" y "La Espada & La Pared", que gracias a una potencia en vivo envidiable, fueron cerrando con broche de oro una jornada memorable.
Foto por Agustín León
El segundo y último bis de la noche tuvo como apertura "Pájaros de Fuego", que gracias a la densidad de su outro, la banda apagó todas las luces del recinto y plasmó una atmósfera que a diferencia del show en Concepción, no contó con las imágenes sobre los pájaros de fuego que bombardearon la moneda en septiembre del 73'.
Ya cercanas las dos horas de show, el sonido inconfundible del disco Fome sonó mejor que nunca gracias a una gran versión de "Bolsa de Mareo", donde la reverberación y la voz de Álvaro provocaron tremendos coros para dar paso a la locura que trajo consigo la rockera "No Sabes que Desperdicio Tengo en el Alma". Como es costumbre, el cierre llegó de la mano de la reinterpretación del clásico de Buddy Richard: "Tu Cariño Se Me Va", desatando la energía de un público en su mayoría adulto que pareció nunca necesitar una silla numerada.
Pese a retrasos y problemas técnicos que poco empañaron el show, Los Tres demostraron que la Revuelta no es solo una reunión. Es la oportunidad de celebrar entre grandes y chicos la música de una de las bandas más importantes e influyentes del rock en español, despreocupándose de grandes pantallas para obtener un buen video para las redes sociales y enfocándose en lo que realmente importa: la música.
Setlist.
- Follaje en el invernadero
- Sudapara
- El aval
- Gato por liebre
- Hojas de té
- La Torre de Babel
- Silencio
- Feria verdadera
- Olor a gas
- Claus
- Largo
- No me falles
- Tírate
- Morir de viejo
- Déjate caer
- Un amor violento
- Moizefala
Set Unplugged
- El arrepentido
- La perra con el perro
- La vida que yo he pasado
- ¿Quién es la que viene allí?
Bis 1:
- Amores incompletos
- He barrido el sol
- La primera vez
- La espada & la pared
Interludio
(El Rey del Mariscal)
Bis 2:
- Pájaros de fuego
- Bolsa de mareo
- No sabes qué desperdicio tengo en el alma
- Tu cariño se me va
Fotos por Agustín León
LOS TRES
FLORESALEGRÍA