Con tres EPs solistas y una carrera inmaculada con EXO como respaldo, Suho no sólo llegará a reencontrarse con su público este 15 de mayo en Kpop Masterz en el Movistar Arena, sino que podrá mostrar su vibra y su forma de ver la vida y la música en el escenario, de la forma en la que mejor comunica emociones.
Por: Manuel Toledo Campos
Para ser el líder de un grupo icónico como EXO, la personalidad de Suho muchas veces es mucho más cercana a la diplomacia que al orden estricto, y eso es parte del sonido que ya se ha hecho característico de sus trabajos como solista.
Es que su forma que invita a la calma derrocha humanidad y destila alma, entonces tiene todo el sentido del mundo que su voz potente pero siempre en control se encuentre en mayor comodidad entre instrumentos tocados por humanos, eligiendo el formato banda por sobre las pistas pregrabadas cada vez que sea posible. Parece un idol de otra era, pero tiene la frescura de muchachos más jóvenes, apoyado por su energía, esa que emociona y da ternura, casi en partes iguales.
Mientras el mundo de EXO y EXO-L parece lleno de incertidumbre en lo que respecta al grupo, al menos los solistas trabajan y entregan material constantemente, y aunque Suho se toma su tiempo para sacar música, cada trabajo ha sido una cara diferente de un mismo artista, que desde la música más cercana al rock y al pop de guitarras, explora en conceptos y emociones diferentes en cada lanzamiento.
Si en “Self-Portrait” (2020) se iba a lo onírico como mapa a través del cual podría encontrar la identidad en su definición más compleja, desenredando la madeja de cuán complicado es encontrarse a uno mismo, en “Grey Suit” (2022) el sonido más ligado al britpop y las raíces más psicodélicas de los instrumentales progresivos le daban a sus canciones pop un marco donde podía escapar de lo obvio, llegando a mayores profundidades.
El mayor cambio vino con “1 to 3” (2024), no en el sonido, que sigue buscando lo orgánico, pero en la vibra más festiva y dinámica con la que este mini álbum va encontrando a un Suho que también presenta otro nivel de aplomo escénico. Tanto el title track como “Cheese” con WENDY de Red Velvet muestran cómo la calma no tiene por qué ser aburrida o tediosa, sino que puede servir como ingrediente de canciones excitantes y divertidas. Además, tal vez apelando a que muchos lo ven como un ser de otro mundo, este último EP tiene muchos aires de rock espacial, con la épica del espacio exterior y la cercanía de una historia de tarde de matinée.
Su visión se ha ido ampliando, probablemente influenciado por grupos como Tame Impala (“Mayday”) o Coldplay (“Grey Suit”), buscando acortar la brecha entre ser un idol que canta, y ser un cantante que también es un idol. Es que Suho, así como ha sido líder de su grupo y ha sido un solista con éxito, también sigue siendo esa persona que prefiere conversar antes que pelear, el silencio antes que la ignorancia atrevida, y el alma por sobre la superficie. Por ello es que las oportunidades de verlo en el escenario son algo que se acerca a la alquimia, al poder ver cómo un artista va cambiando de elementos y de composición de su talento en vivo y en directo, y en el controlado y predeterminado mundo del Kpop, esto es un privilegio.