Deslumbrante y llena de sorpresas: La fiesta de Saiko que encendió al Teatro BioBío

Con un show de hora y media, Saiko entregó un viaje temporal musicalizado, que incluyó grandes éxitos, invitados especiales y sorpresas. Y es que brillaron dándolo todo en el escenario con la misma fuerza después de 25 años de carrera, generando una “montaña rusa” de emociones; con temas de amor y desamor, acompañados con la acústica del Teatro BioBío y juegos de luces que hicieron notable la experiencia sonora y también performática.

Por: Catalina Figueroa

Fotos: Nelson Galaz

Tras una presentación en el Festival REC hace unos meses, Saiko regresó a Concepción celebrando años de historia y sus seguidores no dudaron en hacerse parte. Hay cosas que no cambian, eso muy bien lo sabe Saiko, y es que la destacable calidad vocal e instrumental con la que revivieron sus clásicos, inundaron de energía, sensibilidad, y nostalgia al público penquista, encantando con baladas memorables como “El cielo entre tus manos” que hicieron que el frío invernal de esa noche fuera lo de menos.

La tarea de amenizar la espera, estuvo a cargo de la banda local Emana. Fue luego de unos segundos de oscuridad que, siendo las 19:36 de la tarde, el telón subió lentamente, dejando ver un escenario teñido de luces azules y humo para la entrada de los intérpretes de “Lo que mereces”, canción con la que más tarde cerraron. La iluminación destacable, siguió a los instrumentos de manera rítmica y estética, marcando el carácter de un encuentro a la talla del show de un grupo fundamental del rock chileno presentándose nada más y nada menos que en el escenario más grande de Chile.

El repertorio incluyó infaltables, comenzando con la motivación que transmite “Express”, “La fábula” e invitando a todos los presentes al “Happy hour” en su tercera canción. Pero iban paso a paso, pues tras de interpretar “Las Horas”, invitaron a hacer una pausa, apreciar el paso del tiempo y entender la profundidad de las canciones, para que “no pasen como un torbellino”. Fue tras pedir momentos de reflexión que sonó “Lucero”, dedicada a quienes sufren la muerte de sus hijos “cercenados y bombardeados por un estado genocida”, según indicó Malebrán. Más tarde, continuaron con temas creados por la vocalista en su faceta en solitario, para seguir encendiendo la noche al ritmo de los covers de la legendaria banda chilena La Ley, tras los que declararon que se trata de “himnos del rock chileno” y los seguirán tocando. Con el objetivo de “regresar al origen”, ofrecieron también en ese bloque, versiones acústicas.

Brillaron por su versatilidad con transiciones de tono e intensidad en la voz de Malebrán, pero una sola voz no bastó para Saiko y en las últimas 5 canciones, invitaron al escenario al coro “Chile Gospel”, para terminar de dar vida a las interpretaciones de “Amor que no es amor”, “Cuando miro en tus ojos” y “Debilidad”, con un ensamble vocal perfectamente logrado que conmocionó a los asistentes. El show catártico, hizo que durante ]]“Limito con el Sol”**, todo el teatro se pusiera de pie para entonar la canción y acompañar con palmas.
Finalmente y con la promesa de seguir muchos años en los escenarios, la banda agradeció a sus seguidores penquistas, comentando que la Gira de Teatros ahora sigue en el norte del país e invitando a comprar merchandising disponible en el primer piso del TBB, donde como última novedad estarían firmando vinilos y pasando un buen rato con su querido público. Dicho y hecho: sin dudas un espectáculo lleno de sorpresas que quedará en la memoria de la cuna del rock.