Los próximos 25 y 26 de noviembre en el Estadio Monumental, se vivirá el retorno del legendario Roger Waters a la capital. El ex Pink Floyd regresa a nuestro país para presentar su show titulado “This is Not a Drill”, el cual se promociona como “su primera gira de despedida”, lo que debería ser razón de sobra para asistir al espectáculo. Sin embargo, si eso no te convence, aquí te dejamos tres razones para hacerte con una entrada para el concierto del británico.
Por Sebastián Zumelzu
La despedida:
Sí, sabemos que este tour está siendo promocionado como “su primera gira de despedida”, lo que abre la puerta para que exista una segunda, tercera o muchas más giras de despedida, en un movimiento al que ya estamos acostumbrados por parte de las grandes bandas de rock - sino pregúntenle a Kiss o a Scorpions-, pero no deja de ser relevante que un artista de la talla de Waters, esté avisando que su retiro oficial de los escenarios está cerca. Es por eso que, si nunca has tenido la oportunidad de asistir a un espectáculo de Roger Waters, este es el concierto que no te puedes perder. Puede que esta sea tu última opción para experimentar en vivo uno de los shows de rock más impresionantes del mundo.
This is Not a Drill:
24 canciones son las que viene a interpretar Waters en el sexto recital que dará en suelo nacional. Discos como “The Dark Side of the Moon” (1973), “Wish You Were Here” (1975), “Animals” (1977) y “The Wall” (1979), serán revisitados durante las dos horas y media de actuación, en un completo recorrido por la época más emblemática de Pink Floyd, además de rescatar composiciones de su propio catálogo como solista. Si este realmente resulta ser su retiro de los escenarios, la lista de canciones está a la altura de la ocasión y es una razón más que suficiente para asistir a la velada, más allá si se es fanático del trabajo del inglés y su banda madre, sino que como un fanático del rock y su historia.
Un despliegue impresionante:
Para nadie es novedad que un concierto de Waters, además de ser excelente a nivel musical, también lo es a nivel de puesta en escena. El bajista se preocupa de entregar una experiencia monumental en cada uno de sus espectáculos, y el que podremos ver en unas semanas por estos lados, no será la excepción. Pantallas gigantes, juegos de rayos láser y otros efectos especiales, complementan un montaje diseñado para asombrar a la audiencia. Roger Waters se ha preocupado de que su último paso por los escenarios haga justicia a su legado y podremos ser testigos de aquello los próximos 25 y 26 de noviembre. ¡Nos vemos allá!