Con el lanzamiento de No Hard Feelings, la banda canadiense “The Beaches” abre una nueva etapa marcada por tomarse con humor los corazones rotos y “salir del closet”. En entrevista con Sunderbeats, su vocalista Jordan Miller destaca cómo la visibilidad queer y femenina en el alt-rock es una deuda pendiente en un género históricamente dominado por hombres blancos, y cómo la autenticidad de sus letras busca derribar esas barreras.
Por: Paz Rojas G.
No Hard Feelings ha sido descrito como íntimo pero universal. ¿Cómo describirías personalmente esta nueva era de The Beaches?
- Diría que esta nueva era de The Beaches, donde Blame My Ex trataba muy directamente de mis propias experiencias con el desamor, yo diría que No Hard Feelings amplía el lente para incluir las experiencias de Leandra, Kylie y Eliza. Así que es más como una sesión de debriefing. Me inspiré mucho en Sex and the City —lo he mencionado bastante—, pero realmente me gusta cómo ese programa toma un tema, quizás es el desamor, quizás la infidelidad, quizás la identidad, quizás lo que sea, incluso el BDSM, y filtra ese tema a través de las perspectivas de cuatro individuos. Y pensé: “Wow, sería genial hacer eso con un disco, ¿sabes?”. Así que realmente traté de asegurarme de que cada una de nosotras tuviera al menos una canción en el disco que hablara de nosotras o de nuestras experiencias, para que este disco pudiera sentirse como, ya sabes, la mesa de brunch de cuatro mejores amigas que simplemente hablan de sus vidas amorosas.
¿Es difícil como juntar todos esos sentimientos de las cuatro de ustedes? ¿Tus amigas realmente conectan con tu manera de contar historias?
- Fue complicado porque, bueno, al inicio lo que quería cuando empecé no era tan equitativo como lo estoy pintando. También surgía de un lugar egoísta: yo ya había revelado tanto en el disco anterior, y había comenzado una nueva relación, así que estaba muy nerviosa de exponerme y abrir esa relación que recién empezaba, y comenzar a hacerle agujeros, que es lo que a veces tienes que hacer cuando compones. Además, me sentía un poco cansada y sentía que ya había dicho todo lo que necesitaba decir por un rato. Así que al inicio pensé: “Bueno, fuck it, ustedes están pasando por cosas intensas, ¿puedo hablar de lo que les pasa y fingir que es mi vida?”. Y mientras más me involucré con ellas y más entré en el proceso de composición, me di cuenta de que no quería solo escribir esas historias y filtrarlas desde mi perspectiva. Entendí que sus perspectivas e identidades individuales siempre han sido parte de las letras y la esencia de The Beaches durante toda nuestra carrera. Y las admiro mucho por ser tan valientes y vulnerables conmigo, por dejarme tomar sus manos y tomar la mía de vuelta mientras escribíamos juntas. Estoy orgullosa de las canciones que salieron de este disco porque creo que no solo reflejaron nuestras historias, sino que también nos acercaron mucho más, asegurando que las identidades de todas estuvieran presentes en las letras de No Hard Feelings.
Los desamores pueden ser muy dolorosos, y ustedes logran que esas canciones se vuelvan pegajosas ¿Cómo sienten este efecto viral que tienen en TikTok u otros medios?
- Es interesante, lo pensaba el otro día. Creo que ser canadiense es algo muy integral para The Beaches. Los canadienses suelen ser extremadamente sinceros y muy abiertos con sus sentimientos, pueden decir: “Quiero llorar y dormir todo el día”. Pero también somos muy bromistas, venimos de un país donde reírse, incluso cuando atraviesas algo doloroso, se siente bien. Creo que eso se ha impregnado en nuestras letras. Muchas veces decimos algo muy sincero e intenso, pero de una manera en que parece que también nos estamos riendo de nosotras mismas. Como: “¿Toda nuestra relación fue solo el fetiche de tu novio?” Es una pregunta sincera, pero tan directa que resulta graciosa. Ese contraste entre ser honestas y vulnerables pero también burlarnos de nosotras mismas funciona muy bien en plataformas como TikTok, donde el humor sorprende y conecta con la gente.
Quería preguntarte por esta apertura de la música queer que hemos visto con artistas como Chappell Roan, Clairo o Girl in Red, que han tenido tanto éxito con discos o singles hablando de la diversidad. ¿Sientes que eres parte del mismo movimiento, incluso viniendo de un sonido más rockero?
- Completamente, y ha sido maravilloso formar parte de ese movimiento. Mira, yo soy bisexual y Leandra es lesbiana, mi otra compañera de banda. Ella salió del clóset hace cinco o seis años, y cuando escribimos nuestro disco anterior, ya llevaba dos o tres años fuera, pero aún no había escrito públicamente sobre su identidad, su relación con la diversidad o siquiera una canción sobre su relación con una mujer. Al principio pensaba que “no debía hacerse”. Pero, mientras tanto, nuestros fans en Canadá nos decían: “Oigan, ¿por qué no hay canciones queer si dos de ustedes lo son?”. Así que Leandra y yo nos sentamos y dijimos: “Sí, tenemos que hacerlo”. No hablar de eso no solo sería deshonesto con nosotras, sino también un deservicio para nuestros fans queer, que necesitan escuchar sus historias reflejadas en la música que aman. Así que en Blame My Ex nos propusimos tener al menos una canción desde su perspectiva y otra desde la mía, y así tuvimos dos canciones queer. Y en este disco no sé si fue tan a propósito, pero coincidió feliz (o infeliz)mente con que Leandra pasó por un año muy duro, con muchos desamores, y tuvo mucho material para escribir. Así que, dependiendo de su humor, dirá que fue bueno o malo. Pero cuando atraviesas un mal momento romántico, sabes que vas a tener buen material para canciones.
Como una banda femenina de alt-rock, ¿sientes que tu rol es menos valorado en la escena musical aún?
- Todavía me frustra mucho, especialmente en Canadá. No sé cómo es en otros países, pero en Canadá… ¿ustedes tienen radios de rock activo en Chile? Bueno, si escuchas rock activo en Canadá o Estados Unidos, que es lo que conozco mejor, puede que suene una cantante mujer por hora, solo una. En cambio, en radios alternativas o pop alternativo hay más diversidad. Pero el género del rock durante tantos años ha estado dominado y hecho exclusivamente por y para hombres blancos. Creo que por eso ese género perdió mucha influencia, sobre todo entre la gente joven, porque excluyó las voces de personas queer, negras y de mujeres. Y cuando solo destacas voces de hombres blancos, el género se vuelve aburrido. Creo que todos los géneros que se abren a diferentes voces hacen mejor música y también permiten que la gente se vea representada en el escenario, no solo los hombres blancos. Me emociona mucho que en la escena alternativa sí hay más mujeres, personas no binarias y queer, pero todavía queda mucho por hacer. Me entusiasma pensar dónde estaremos en 10 años. Hemos sido banda durante una década, y ya ha habido muchos cambios positivos, pero creo que podemos seguir empujando hacia más diversidad.
¿Se ven viniendo a tocar en Latinoamérica? Como te decía, no tienen tanta presencia acá, pero con esto ya hay esfuerzos.
- Estoy desesperada por ir. Pregúntale a cualquiera que me conozca, es el siguiente paso que quiero dar. Sé que en particular allá aman mucho la música y tengo la sensación de que lo más grande de nuestra carrera será tocar en Latinoamérica. Estoy muy emocionada. Está en mi lista, en la agenda. No puedo decir nada específico por ahora, no me está permitido, pero sepan que no nos hemos olvidado de ustedes. Estamos realmente entusiasmadas por tener la oportunidad de tocar allá.