Desde sus inicios como imitador de Elvis Presley, hasta ser el protagonista de un show de medio tiempo del SuperBowl. Bruno Mars ha logrado consolidarse como una de las grandes figuras musicales en lo que va del siglo, a base de éxitos y un talento pocas veces visto. Luego de 3 discos de estudio sumamente existosos, Mars decidió dar un giro en su carrera tras aliarse con el carismático Anderson .Paak a inicios de 2017. Una decisión que cambió tanto su sonido como su imagen, y que nos entregó una nueva faceta de un artista que, al igual que grandes figuras de la música, se encarga de nunca quedarse quieto.
Por José Tomás Prado
Corría el año 2017. Bruno había alcanzado nuevos hitos en su carrera tras lanzar el megaexitoso “24K Magic”donde hits como “That’s What I Like” o “Versace on the Floor” presentaron a una versión más juguetona y funky del músico hawaiano. Junto con el cambio de sonido, llegó una estética más atrevida y cercana al hip hop. Trajes, brillos y cadenas de oro en lujosos hoteles representaban a un artista que buscaba traer de vuelta al mainstream esa producción que tanta fama tuvo durante los 70’ y 80’. Fue justamente esa visión la que lo llevó a empezar a trabajar con pesos pesados de la música como el mítico Nile Rodgers, de la clásica banda de disco CHIC.
El éxito de su última placa discográfica trajo consigo el “24K Magic World Tour”, que lo llevó a diferentes partes del mundo para promocionar un disco casi tan ambicioso como su gira. Fue en el marco de sus fechas por Norteamérica donde se reencontró con Anderson .Paak, quien actuó de telonero junto a su fieles The Free Nationals en diversos conciertos. Fue durante este tiempo de compartir en la ruta que Mars y .Paak se dieron cuenta de una química instantánea, que se reflejaba en su unida fascinación por la música de los 70’s. Fue en una posterior entrevista para Apple Music que los músicos revelaron que uno grandes impulsores de este proyecto fue la admiración que sentían por los artistas del Motown.
Fue durante este mismo año que Mars invitó a .Paak a colaborar en la producción del último disco de CHIC en los míticos estudios de Abbey Road. La gratificante experiencia junto a Nile Rodgers terminó con convencer al dúo. Lo que partió como una broma tras bambalinas de una gira terminó con el dúo formando una banda para tocar la música que tanto admiraban. Esta obsesión por la estética del antiguo Soul, junto con el perfeccionismo musical de Mars llevó a que gran parte del disco fuera registrado en los Royal Studios de Memphis, cuna de grandes clásicos de la época dorada de la música afroamericana de los 70s.
Aquí es donde aparecen figuras claves para el desarrollo de este proyecto. Gracias a las gestiones de Mars, el dúo pudo contar con la participación de leyendas como Larry Gold para encargarse de los arreglos y la dirección de cuerdas o Thom Bell para algunas secciones de guitarra y citar. Pero si tuviéramos que quedarnos con un personaje en particular, tendría que ser el icónico Bootsy Collins, quien participó activamente de la producción del disco incluso antes de entrar al estudio. Su presencia a lo largo del disco como maestro de ceremonias nos introduce a un mundo de soul nostálgico donde pareciera que nada importa más que disfrutar de la música y pasarlo bien.
Su participación es vital. No solo por su increíble intervención en la exquisita “After Last Night” junto a Thundercat, sino también porque fue él quien bautizó el proyecto como Silk Sonic. Quizás el contexto también ayudó de diferentes maneras a que este trabajo resultara en un disco tan pulido. Fue justo en 2020 y en plena producción que el dúo decidió no continuar con la composición de manera remota, a pesar de que el mundo atravesaba una pandemia mundial. Esto resultó en un proceso minucioso, donde el perfeccionismo de Mars se encargó de incluso buscar instrumentos de la época para lograr el sonido que ambos músicos deseaban.
El mundo conoció a Silk Sonic gracias a “Leave The Door Open”. Lanzada el 5 de marzo de 2021, el single rápidamente inundó las listas de éxitos de todo el mundo y presentó la nueva cara de un inesperado pero sólido dúo musical. Como no podía ser menos, la propuesta estética también logró robarse todas las miradas de la industria. Elegantes trajes color pastel y coloridas camisas dignas de una discoteca de los 70’s se hacían parte de una verdadera carta de amor a la música de esa época y agregaban un inesperado condimento al panorama musical de ese año.
El lanzamiento de “An Evening With Silk Sonic” trajo consigo la aprobación de la crítica especializada y las esperadas nominaciones a premios, donde los Grammy 2022 a “Grabación del Año” y “Mejor Interpretación de R&B” terminaron por consolidar el éxito del proyecto. Fue gracias a Silk Sonic que conocimos la nueva cara de Mars y .Paak, quienes abrazaron sus influencias musicales para entregarnos uno de los mejores trabajos musicales de lo que va de década.
Será justamente el próximo 6 de septiembre que el público chileno tendrá el placer de reencontrarse con Bruno Mars. El Estadio Monumental será el encargado de albergar una verdadera fiesta en torno a la carrera de un músico que, a pesar de estar en constante evolución, parece nunca fallar.