Con las cancelaciones de diversos festivales a nivel mundial, otros que se posponen y un sentimiento de constante incertidumbre por las nuevas fechas, la industria de la música, se vió en la mitad de una crisis sanitaria que ha puesto al mundo de cabeza y donde ellos no han salidos ilesos.
Por Valentina Morales
“Lollapalooza Chile informa que estamos trabajando en la reprogramación de la edición 2020 del festival para la segunda mitad de este año. Ante este hecho sin precedentes, nuestra máxima prioridad es preservar la salud y seguridad del público, artistas y equipos de trabajo, y acatar las medidas preventivas de las autoridades públicas y sanitarias.” Decía el comunicado de Lotus Chile del día jueves ante la completa incertidumbre sobre qué ocurriría con la versión criolla del festival norteamericano.
Y es que el COVID-19, más conocido como coronavirus, ha estado mermando a la industria de la música en vivo ante un eventual contagio masivo en estos eventos. Conciertos y festivales han sido cancelados y pospuestos durante los últimos días, y no solo en Chile, si no que en todo el mundo. La reorganización abrupta de eventos importantes como los festivales Coachella y SXSW, además de las giras de artistas como Pearl Jam y Madonna debido al coronavirus ya es devastador para la industria de la música en vivo, pero según algunas predicciones, solo estamos viendo el comienzo del caos.
Con los niveles de conectividad que tenemos hoy en día es seguro decir que una de las patas importantes de la industria de la música gira en torno a las presentaciones en vivo, incluso en sectores del mundo, como Latinoamérica, que hasta hace unos años no eran opciones tan viables en términos político-económicos. Es por eso que las constantes cancelaciones y postergaciones de estos eventos no solo están siendo acotadas a sectores específicos del globo. Cuando decimos que a nivel mundial se están cancelando eventos, es en la totalidad del mundo. Japón, Corea del Sur y China fueron las primeras cancelaciones, seguido de Italia y ahora diversas partes de Europa, pasando por Norteamérica para luego comenzar con las postergaciones de los eventos como Lollapalooza Chile, Argentina y Brasil, además de giras como el Gracias Totales de Soda Stereo o los conciertos de artistas como Tokio Hotel, que se presentaba originalmente mañana en Santiago.
El coronavirus es uno de los mayores desafíos económicos de la década, dicen los analistas. Kristen Jaconi, directora del programa de Gestión de Riesgos de la Escuela de Negocios Marshall de la Universidad del Sur de California, dice que la falta de conocimiento y datos sobre el virus ha dificultado el avance de las empresas. Las industrias que operan a nivel global, como la tecnología, el retail y la música en vivo, enfrentan desafíos particulares cuando se trata del viaje que es tan crucial para su negocio. "Creo que este es el mayor desafío de gestión de riesgos desde la crisis financiera", explicó a Rolling Stone.
Y los Datos precisos aún están lejos del alcance. "Estás sopesando los riesgos para la salud y la seguridad públicas, no hay nada más importante que eso", dijo Jaconi. "Eso es lo que el entretenimiento y los deportes están pesando en este momento. No tenemos los mejores datos ". Los analistas le dijeron a Forbes la semana pasada que la industria de la música podría perder hasta US$5 mil millones, la misma cantidad de pérdida proyectada para la industria del cine, que ya ha retrasado varios series y estrenos de películas de alto perfil, como la última de James Bond
Kevin Kennedy, analista de la industria en IBISWorld también explicó a Rolling Stone. "En general, el impacto económico negativo del virus será especialmente grave para las productoras de menor escala, que no pueden manejar de manera efectiva el riesgo de posibles cancelaciones o aplazamientos. Dado que es tarde en el ciclo de planificación, las pérdidas potenciales debido a cancelaciones o aplazamientos son comparativamente más graves que si esta situación se hubiera desarrollado algún tiempo antes". Él dice que Covid-19 desempeñará un papel en una mayor recesión económica, y con el negocio de la música en vivo que depende tanto de los asistentes que gastan ingresos discrecionales en los shows, una recesión tendrá un mayor impacto en la música en vivo que las industrias que ofrecen elementos esenciales. Aún así, dice, el negocio de la música en vivo debería recuperarse.
El día de ayer el gobierno anunció que debido que era inminente la entrada en fase 3 de la pandemia en el país (que fue declarado oficial el día de hoy), todos los eventos de más de 500 asistentes se suspenderán hasta nuevo aviso, a fin de controlar la propagación del virus. La presidenta del colegio médico Izkia Siches explicó que si bien las medidas hoy en día pueden sonar exageradas, es mejor prevenir antes que lamentar.
Desde @colmedchile llamamos a suspender todos los eventos masivos. Enfrentamos un gran desafio sanitario: todas las medidas hoy parecerán exageradas, mañana... todas van a parecer insuficientes... #Covid_19 https://t.co/wuQ5lDtFsx
— Izkia (@izkia) March 14, 2020
Si bien tenemos más información con respecto a la cancelación de los eventos, no todos se han sido reagendados. Hasta el momento Lollapalooza Chile es el único que ha entregado la nueva fecha oficial de la décima versión del festival música. Por otra parte como nos encontramos en etapas iniciales, y no solo a nivel local, si no que a nivel internacional, no hay datos duros de cómo el coronavirus va a afectar finalmente a la industria.
Por lo que nos quedaremos con las recomendaciones tanto del gobierno como de las autoridades del Colegio de Médicos. Es decir, no asistir a eventos masivos, lavarse las manos con agua y jabón, limitar los saludos y las reuniones innecesarias. Pero por sobre todo a estar tranquilos y tomar con altura de mira la situación, a esperar las indicaciones por los próximos meses y a recuperarnos para volver con todo a los shows en vivo.