La artista chileno-peruana conversó con Sunderbeats y nos contó sobre lanzar su carrera en medio de una pandemia y no temerle a la vulnerabilidad en el trap.
Por Valentina Tagle
Nicole Shirel Davidovich ha estado entre nosotros más tiempo del que podríamos imaginarnos. Antes de lanzar su carrera como Shirel a principios de este año, antes incluso de impresionarlos a todos con sus presentaciones en The Voice, era una joven cantando en festivales de colegio que pensaba: ¿Qué tal si soy realmente buena en esto?
Las cosas, en su caso, se dieron de una manera muy orgánica. De niña le gustaba participar en shows, bailar y salir en actos escolares. De adolescente se percató que tenía buena voz, empezó a cantar y casi sin darse cuenta se fue enamorando de lo que en ese momento consideraba un hobbie. Luego vino la gran oportunidad: el 2016 quedó seleccionada para participar del programa de talentos The Voice (Canal 13) donde resultó semifinalista. Era la instancia que necesitaba para darse cuenta que iba por el camino correcto.
- “Ahí fue como ya, me quiero dedicar a esto, hay que tratar a ver qué pasa y después de esa experiencia que fue ardua y trabajosa, me di cuenta que quería hacerlo a pesar de todo el esfuerzo que fue. Ahí aprendí que esto iba a ser difícil pero que había que tratar porque me encantaba y de ahí me puse a trabajar en lo mío, como que así fue en verdad, rápido”
En ese punto se dio cuenta que no se trataba solo de un pasatiempo:
- “Yo me daba cuenta que era mas mi amor por la música que a mis amigas que les gustaba hacer deporte, por ejemplo”
Después de su éxito en el programa The Voice, Shirel no se volcó a su carrera de manera instantánea. Aparte de enfocarse en terminar el colegio, consideró que antes de avanzar necesitaba conocer más sobre el medio y aprender algunas cosas en el camino. Con el tiempo a su favor y bajo sus propios términos, construyó un sonido que la acomodaba, el cual fue resultado de “una mezcla de cosas muy variadas”.
- “Yo crecí con Shakira, con Juanes, como con esa cosa latina que a mis papás les gustaba y de más grande me empecé a encontrar con las cosas más clásicas, empecé a descubrir artistas como Etta james, Ella Fitzgerald, frikié con el jazz, partí por ahí y después de más grande me enamoré del trap”.
En ese proceso, también tuvo que definir quién era como cantautora. Considera que el carácter principal de su música es que es auténtica: habla de lo que siente y de lo que vive.
- “Me he dado cuenta que caleta de gente también conecta con esas cosas porque todos somos seres humanos y pasamos por experiencias que son distintas pero similares y quiero ser eso, la voz femenina que habla de las cosas que vivimos nosotras en esta época y nada, hacer buena música que conmueva a las personas en verdad”.
No teme hacer música sensible y se desmarca de una corriente de voces femeninas que se inclinan por una imagen de mujer fuerte que no sufre por amor.
- “Yo hablo sobres mis penas en mis canciones y creo que eso quizás es algo que no es tan normal en el trap, por ejemplo, que es un género donde enamorarse es de débiles, donde todos no estamos ni ahí, donde a todos nos gusta el bling y a pesar de que me encanta toda esa volá, no me da susto decir que en realidad si me partieron el cora varias veces, porque es la verdad. Creo que por ahí va lo mío, en decir las cosas como las vivo yo”.
Al respecto de hacer música para verse cool: “no sería real” responde.
Lanzar una carrera musical en pandemia
En adelante se encontró con el productor Christian Heyne, un nombre reconocido en la industria nacional por estar detrás de artistas de la talla de Gepe, Javiera Mena y Dënver. Con él a cargo de la producción y un sonido más establecido, Shirel tenía todo listo para lanzar su carrera, esta vez desde sus términos. Hasta que comenzó la pandemia.
- “Yo venía trabajando en este proyecto ya hace rato y tenía todo mi plan ordenado, como quería que fuese, calendario, pim pam pum y queda esta cagá y hubo que cambiar todo cachai, y como que la verdad tenía cero expectativas y quería puro lanzar la música, llevaba caleta de rato trabajando y fue como una decisión muy de la guata, me di cuenta que esto ya no iba a durar dos semanas como creíamos al principio y fue como que ya, hay que jugársela y me la jugué no más, por suerte salió bien. Y no pasó nada terrible”.
No pasó nada terrible y de hecho, fue todo lo contrario. El lyric video de Money (su primer single) ya superó las 10.000 reproducciones mientras que sus seguidores en Instagram alcanzan los 13.900. Al respecto del recibimiento, se declara conforme.
- “Siento que a pesar de que estemos en estas circunstancias tan raras igual la gente tiene ganas de escuchar música cachai, no hay mucho más que hacer y como que la música es algo tan necesario para el bienestar emocional de la gente que ha servido un poco como para contribuir nosotros desde ese lugar en este contexto tan extraño y creo que el recibimiento ha sido bacán, muy bacán, he recibido muchos comentarios muy bacanes, la gente está escuchándolo y eso, es lo único que yo podía hacer en esta situación tan difícil cachai. Hacer música”.
¿Qué es lo que se viene para Shirel? Tomarse un día a la vez. Desde el comienzo de su corta carrera el panorama ha cambiado tanto que no queda más que seguir adaptándose a la contingencia. Hay más música esperando ver la luz que había considerado salir este año, pero por el momento prefiere esperar poder hacer las cosas de manera más normal.