Seis años después de i,i, Bon Iver vuelve con “SABLE, fABLE” un disco diverso y ambicioso, que brilla principalmente por su sinceridad y honestidad emocional.
Por: José Martinez
El álbum, dividido en dos partes, comienza con el EP publicado en Octubre de 2024; “SABLE” es la parte minimalista, folk, donde Justin Vernon (Creador de la banda) nos abre la puerta hacia sus pensamientos y sentires. “THINGS BEHIND THINGS BEHIND THINGS” invita a profundizar, a transitar más a fondo esas emociones contenidas, las cuales se palpan en “S P E Y S I D E” y “AWARDS SEASON”, cortes que sirven para ver la psique más profunda de Vernon: el arrepentimiento, la culpa, la nostalgia por amores del pasado e incertidumbre por el futuro.
Sin embargo, no todo está perdido. “fABLE”, la segunda parte del disco irrumpe, brindándonos un lado alegre, esperanzado (No por ello menos existencial) y que pretende sanar los monstruos mencionados. De ahí que, musicalmente, Vernon cambia los acordes suaves de guitarra por sintetizadores, ritmos R&B y pop. “Everything Is Peaceful Love” comienza este camino catártico, intentando desentrañar las dudas y preguntas que surgen en versos como “Is it just coming or going? Or will it hang around? For a long, long time”. “Day One” aparece como la primera colaboración del álbum; junto a los estadounidenses Dijon y Flock of Dimes, y con una progresión que remite al gospel, entregan una canción de amor cálida y dulce que invita a dejar ir aquello que aqueja. “I’ll Be There” y “If Only I could Wait” (Junto a Danielle Haim) aparecen cerca del tramo final brindando, quizás, el momento más alto del álbum, con la carga emocional a tope.
“SABLE, fABLE” finaliza entre arreglos de violines, coros y rasgueos de guitarra. “There’s a Rhythmn” y “Au Revoir” dan cierre por lo alto a la fábula, a aquella que, luego de presentarnos cuestionamientos y dudas, encuentra sanación y felicidad mediante el amor, la compañía y la esperanza. Bon Iver otra vez.