Rubio, el proyecto creativo de la artista chilena Francisca Straube, continúa revelando el universo emocional y sonoro de su próximo disco de estudio, tentativamente titulado "EPV1OJ". Hoy presenta “Silencio”, el tercer sencillo de esta nueva etapa, una colaboración envolvente junto a Juliana Ronderos, voz y mitad del dúo neoyorquino-colombiano Salt Cathedral. El resultado es una pieza que se sumerge en la introspección para explorar un concepto tan contundente como sutil: el poder de callar para escuchar, para sentir y para recuperar el centro.

En “Silencio”, Rubio profundiza en la idea de elegir la calma por encima del ruido externo e interno, y en hablar solo cuando realmente importa. El tema se construye como una meditación rítmica donde cada capa sonora funciona como respiración: guitarras que avanzan como pulsos eléctricos, sintetizadores que se expanden como un mantra y texturas electrónicas que envuelven con una atmósfera tan orgánica como etérea. Esta arquitectura sonora es dirigida por el productor Pablo Stipicic, colaborador habitual de Rubio, quien aporta cohesión y sutileza a un track que se mueve entre lo bailable, lo oscuro y lo profundamente emocional. El video oficial ha sido totalmente dirigido por Rubio y su pareja Luz Celeste.
"Silencio es una canción que me gusta mucho, que expresa lo que a veces uno no esté hablando todo el tiempo en sociedad, que tenga que participar de muchas cosas sociales e invisibles. Habla un poco de eso de escuchar el silencio, la verdad; el silencio es muy necesario que por algo nos dieron dos oídos y una boca (jaja) porque está bueno escuchar, estar en silencio, observar más que hablar por hablar. Es quizás, la canción más oscura de Rubio, aunque el coro que hace Julie de Salt Cathedral le tira mucho a la luminosidad, entonces ese está super bonito.
Me encantó participar con ella, encontré que su soporte fue super bonito a la canción. Es una canción, yo creo que como la más bailable también del disco... es como la más oscura y la más bailable del disco, entonces rompe un poco todo eso como indie y la luminosa que tiene el disco general."
- Fran Straube (Rubio)
La incorporación de Juliana Ronderos añade un contraste fascinante. Su timbre cristalino dialoga con la voz de Straube en un juego de equilibrio perfecto, donde ambas construyen un mensaje casi hipnótico que se concentra en una frase que resuena como declaración y como mantra: “No hablo tanto yo”. Esta decisión estética funciona como el núcleo conceptual del tema, que invita a reflexionar sobre la fuerza que existe en la pausa, en la observación y en el silencio como herramienta de presencia.
“Silencio” también amplía el espectro experimental que Rubio ha desarrollado desde su debut, reafirmando su capacidad de entrelazar pop, electrónica, sensibilidad cinematográfica y un pulso rítmico que conecta directamente con el cuerpo. Pero, incluso dentro de esa energía vibrante, la canción mantiene un magnetismo introspectivo que guía la escucha hacia un espacio más íntimo, donde conviven tensión, alivio y contemplación.
Con este lanzamiento, Rubio continúa construyendo el camino hacia "EPV1OJ", un álbum que promete expandir aún más su lenguaje musical, siempre guiado por la valentía creativa, la emoción cruda y una estética sonora inconfundible. Tras el impacto de sus sencillos anteriores, “Silencio” se presenta como un capítulo clave que abre nuevas posibilidades dentro del disco y que anticipa una obra ambiciosa, delicada y audaz.