Un escenario multicolor, más de veinte canciones entrelazadas entre míticos covers y clásicos de su extenso cancionero, junto a una banda de ocho músicos y coristas, son algunos de los elementos que marcarán el regreso de Rod Stewart a Chile, tras su última visita en 2018.
Por: Pedro Massai
Rod Stewart se acerca a Chile y su esperado “One Last Time Tour” ya comienza a resonar en Latinoamérica. Esta semana el espectáculo pasará por Querétaro y Ciudad de México, los días 7 y 9 de octubre, y ahora se encamina a pasos agigantados para aterrizar en Santiago. En esta previa revisamos qué trae el show: su duración, el repertorio que marcará la noche y algunas de las sorpresas que el artista de 80 años aún guarda para su público.
Primero que todo, debemos internalizar el setlist musical que ofrecerá Rod Stewart en la comuna de Las Condes. Exceptuando las más de cinco presentaciones recientes en Las Vegas, con el imponente Colosseum at Caesars Palace como telón de fondo, donde el listado ha variado en su orden, la propuesta no sobrepasa las 22 canciones. En este recorrido se atraviesan distintas etapas del artista británico, en las que convirtió su voz en un sello imborrable. Desde covers incombustibles hasta el melódico disco “Every Picture Tells a Story” (1971), pasando por trabajos desafiantes como “A Night on the Town” (1976) y “Blondes Have More Fun” (1978), se construye un viaje destinado a la emoción y la festividad. En esa línea, aparecen hits como “Maggie May”, “Tonight’s the Night”, “Da Ya Think I'm Sexy”, “Forever Young” o “Young Turks”; además de clásicos a los que el británico ha dado un segundo aire, como “The First Cut Is the Deepest”, “Proud Mary” o “Love Train”.
La puesta en escena no queda al azar. Entre bailarinas, coristas e instrumentistas, son más de diez los artistas que interactúan y construyen junto a Stewart una cercanía escénica que mantiene el pulso del espectáculo sin caídas. Entre los miembros que acompañan habitualmente al cantante destacan la vocalista Holly Brewer; los guitarristas Emerson Swinford y Don Kirkpatrick, dueños de un virtuosismo que sostiene gran parte del repertorio; y Julia Thornton, encargada de ese instrumento que siempre atrae por su combinación de agudeza y sutileza: el arpa.
El escenario, por sí solo, resulta convocante. Al observar el espectáculo, se genera una reciprocidad entre artista y público que impide cualquier desconexión con lo que ocurre sobre las tablas. Si bien ya quedaron atrás aquellas instancias en las que, fiel a su fanatismo por el fútbol —hincha acérrimo del Celtic escocés—, lanzaba balones al público sin cesar, Stewart sigue encontrando la forma de mantener a todos conectados. Los cambios de vestuario marcan los distintos momentos del show: entre chaquetas rojas, camisas brillantes y atuendos cargados de color, es imposible sustraerse de su propuesta.
Este será el cuarto concierto que albergue el renovado Claro Arena, tras los recientes shows de Lionel Richie y Ricky Martin, por partida doble. A partir de esas experiencias, el recinto ha recibido elogios por la potencia y nitidez de su sistema de audio, además del juego de luminarias que acompaña cada espectáculo. Otro punto a favor es la visibilidad: desde cualquier localidad se obtiene una vista clara del escenario, sin mayores obstáculos. Lo que sí conviene considerar es el clima, ya que el frío podría hacerse notar si el show comienza cerca de las 20:00 horas, como ocurrió con Lionel Richie. También es importante prever el tráfico y la disponibilidad de estacionamientos, por lo que llegar con anticipación es la mejor opción para evitar contratiempos.
La espera ha sido larga, pero ya quedan pocos días para este ansiado regreso, uno de esos hitos que marcarán la cartelera de conciertos de 2025. Aún quedan entradas disponibles a través de Puntoticket, y pronto se confirmarán los artistas que acompañarán al británico en la apertura del show.