Hablar de Rod Stewart, con sus 80 años de vida y más de seis décadas de carrera, es recorrer una ruta de grandes éxitos e inconfundibles melodías que han acompañado a generaciones enteras. Pero cuando su historia se cruza con la de Chile, algo especial ocurre: una especie de costumbre —ya instalada— de protagonizar momentos que marcan época.
Por: Pedro Massai
Fue así en su primera visita a fines de los 80, cuando se convirtió en el rostro de una apertura cultural largamente esperada. Y vuelve a ocurrir ahora, en 2025, como parte del selecto grupo de artistas que darán vida a un nuevo capítulo en la historia musical del país: el debut del Claro Arena, el escenario más moderno de Chile. Pero volvamos la cinta atrás, específicamente al martes 7 de marzo de 1989.
Estadio Nacional para la historia.
Con una abultada gira del álbum “Out of Order”, que lo tuvieron con una nutrida agenda por el continente en donde previamente ofreció conciertos en Argentina y Uruguay, llegaba el turno de Santiago. Cosas insospechadas vistas en la perspectiva actual, como que la entrada para la galería costaba $3.500 de la época (actualmente serían alrededor de $30.000), o también, un encuentro futbolístico improvisado con los trabajadores que se encargaron de armar el escenario, marcaron la antesala de un espectáculo que no tenía punto comparativo. Ni Viña del Mar, ni otros certámenes locales, se igualaba a la envergadura que traía esta gira.
La contagiosa ¨¨“Hot Legs”, seguida de **“Infatuation”, “Tonight 's the night” y “Young Turks”, dieron el vamos a una fiesta de principio a fin. Y así lo hizo saber el público que repletó el Estadio Nacional con más de 70 mil espectadores, vitoreando otras clásicas del repertorio que homenajea el cantautor, como “The First Cut is a Deepest” (Cat Stevens), “Sweet Little Rock & Roller” (Chuck Berry) o “Some Guys Have all the Luck” (Persuaders).
“Da Ya Think I'm Sexy”, “Forever Young” y “Maggie May” se convirtieron en himnos de una noche inolvidable para los asistentes. Esas canciones no solo encendieron el entusiasmo del público, sino que terminaron por sellar el carácter histórico del evento: fue mucho más que un concierto, la puerta de entrada a los grandes shows internacionales.
San Carlos de Apoquindo: una locación conocida para Rod.
El segundo concierto de Rod Stewart en Chile tardó casi 20 años en concretarse. En ese largo intervalo, hubo un fallido intento en el verano de 2002, cuando el escocés debió cancelar su presentación como número de apertura en el Festival de Viña del Mar, un episodio que incluso derivó en conflictos judiciales con el canal organizador. Tras este traspié y con escasas señales de un pronto regreso, fue recién el 8 de abril de 2008 cuando el cantante volvió a pisar suelo chileno. Y lo hizo en un escenario que, en este 2025, resulta especialmente familiar: San Carlos de Apoquindo.
La visita de 2008 formó parte de la gira “Rock His Greatest Hits”, inspirada en su álbum de covers “Still the Same… Great Rock Classics of Our Time”. Aquella noche ofreció un recorrido por clásicos del rock versionados con el sello inconfundible de Stewart, en un show que combinó nostalgia, elegancia y oficio. Sonaron con fuerza temas como “Have You Ever Seen the Rain”, “Hot Legs”, “Tonight 's the Night” y una encendida versión de “Forever Young”, que desató la ovación del público. Las entradas partían desde los $13.600 (valores de la época), y la jornada estuvo marcada por una prueba de sonido realizada el mismo día de su llegada, dando cuenta del carácter directo y espontáneo que siempre ha definido al artista.
Por fin en Viña y su primer Movistar Arena.
En Viña del Mar 2014, Rod Stewart saldó una deuda pendiente con el público chileno al presentarse por primera vez en la emblemática Quinta Vergara. Fue la penúltima noche del certamen y el británico desplegó toda su artillería de hits, combinando elegancia, energía y cercanía con un público que lo ovacionó de principio a fin. La noche incluyó momentos memorables, como cuando lanzó balones oficiales del mundial al público, y un repertorio que transitó por clásicos como “Sailing”, “Rhythm of My Heart”, “Tonight’s the Night” y “Da Ya Think I’m Sexy?”. El “monstruo” no escatimó en reconocimientos: antorchas y gaviotas de plata y oro coronaron una presentación que ya forma parte de los grandes hitos del festival.
Cuatro años más tarde, en febrero de 2018, Rod debutó en el Movistar Arena, marcando su primer show en un recinto cerrado. Con un repertorio compacto pero intenso, entregó cerca de dos horas de espectáculo, donde brillaron temas como “Forever Young”, “Hot Legs” y “Baby Jane”, reafirmando su vigencia y conexión con el público local.
La quinta visita es un hecho: será este domingo 19 de octubre, en el renovado Claro Arena, marcando su segundo concierto en este recinto. Una cita que promete ser más que un espectáculo: un encuentro intergeneracional donde padres, hijos y hasta abuelos se reunirán en torno a la voz inconfundible y la presencia magnética de un verdadero emblema musical. Aún quedan entradas disponibles a través de Puntoticket. ¡Nos vemos en octubre!