Riverside: La cabeza y el corazón

A siete años de su debut en escenarios nacionales, el cuarteto polaco retornó a la capital para celebrar sus veinte años de historia, con un espectáculo que se extendió por dos horas y cuarto, y, tal como lo habíamos predicho en nuestro artículo previo al recital, estuvo dedicado a repasar los clásicos más representativos de su catálogo. En un Teatro Caupolicán a un setenta porciento de su capacidad, los europeos se despacharon un show que nos contagió de energía y emotividad.

Por Sebastián Zumelzu Castro

Foto por Miguel fuentes

Los elegidos para abrir la noche, fueron los chilenos de Aisles, quienes de hace años se vienen labrando una prominente carrera que los ha llevado a ser aclamados en todo el mundo, como una de las bandas más importantes del rock progresivo en la región. El lanzamiento de su nuevo disco está planeado para los próximos meses y aprovecharon la ocasión para echar mano a los últimos sencillos, como Thanks to Kafka, Fast o Megalomania, los cuales mostraron a la banda en todo su esplendor y con el peso que les ha conferido una trayectoria que el público ha sabido reconocer, haciéndolo notar a lo largo del set de los chilenos, mediante aplausos y ovaciones. Un acierto por parte de la producción y una gran oportunidad para Aisles de seguir sumando adherentes a su ambicioso proyecto.

Foto por Miguel fuentes

Riverside salió a celebrar su vigésimo aniversario a lo grande y con un show que dejó satisfecho a todos los asistentes. Pese a que en el papel doce canciones pueden parecer insuficientes para repasar dos décadas de carrera, la extensión y versatilidad de estas, fueron más que suficientes para que los polacos hicieran justicia a su historia. The Same River dio el puntapié inicial, cocinándose a fuego lento, preparando el ambiente para su posterior explosión, que dio el vamos definitivo al recital. Rápidamente la sucedieron #Addicted y Rainbow Box, mostrándonos la versatilidad de una agrupación que, de un momento a otro, puede sonar como The Police y luego como Alice in Chains.

Foto por Miguel fuentes

Como un homenaje a la memoria del fallecido guitarrista del grupo, Piotr Grudziński, llegó Towards the Blue Horizon, uno de los momentos más emotivos de la velada, donde esas estructuras tan celebradas en el rock progresivo, que a veces parecen dar prioridad a los sesos por sobre las tripas, lograron la fusión perfecta con las emociones, conectando la cabeza con el corazón, en la que puede ser reconocida como la gran virtud de los polacos. En un estilo donde es celebrado el virtuosismo musical, la destreza y la técnica, Riverside complementa la fórmula, envolviendo a sus composiciones de emociones y sentimientos que no solo dan forma a grandes demostraciones de habilidades musicales, sino que también, a muy buenas canciones. La extensa Escalator Shrine fue prueba fehaciente de lo anterior, desatando la fiesta en quince minutos de música, donde incluso hubo espacio para rendir homenaje a Deep Purple con un guiño a Black Night. Un verdadero lujito.

La jornada iba viento en popa y Mariusz Duda, bajista y vocalista de la banda, era el maestro de ceremonias absoluto. Un tipo con la mejor onda del mundo y una capacidad de convocatoria digna de un frontman de banda de estadio. En un tono relajado nos introducía a las canciones, lanzando constantes bromas y agradeciendo en cada momento a la audiencia que se echó al bolsillo desde el primer instante.

Foto por Miguel fuentes

Pese a que llevábamos casi dos horas de presentación, el tiempo se pasó volando y ni cuenta nos dimos cuando las épicas Egoist Hedonist y Second Life Syndrome, nos llevaron al encore, que estuvo compuesto por We Got Used to Us y 02 Panic Room, finalizando una jornada maratónica, donde el rock progresivo fue el protagonista en el teatro de la calle San Diego. Riverside se fue con los brazos en alto y prometiendo un regreso para el próximo año cuando, ahora sí, vengan a promocionar un nuevo disco de estudio. Por ahora nos quedamos con el recuerdo de una noche intensa, donde la mente y las emociones se dieron un festín, cortesía de una agrupación que tiene para veinte años más de historia.

Setlist

The Same River
*#Addicted

Rainbow Box
Towards the Blue Horizon
Story of My Dream
Escalator Shrine
Time Travellers
Left Out
Egoist Hedonist
Second Life Syndrome
We Got Used to Us
02 Panic Room

Galería fotográfica por Miguel Fuentes

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