Recomendación melómana: Whitney Houston “Can I Be Me”

El cineasta Nick Broomfield, se encargó de investigar cómo se destruyó la vida de una de las mejores voces de la historia de la música. Whitney “Can I Be Me”, es el nombre del documental que se centra en las relaciones emocionales y podemos ver como la cantante se enfrentó a los escándalos sobre el consumo excesivo de drogas, y cómo la fama, sumado a su baja autoestima, acabaron por consumirla.

Por Álvaro Rodríguez

El documental comienza de forma dramática, la primera escena tiene como protagonista a la llamada realizada el 11 de febrero del 2012 al 911, desde la suite 434 en el Hotel Beverly Hilton, en Los Ángeles California, lugar donde Whitney Houston sería encontrada sin vida. Este inicio trágico nos deja claro que durante la producción es posible experimentar diversas emociones, las que ayudarán a mantener la atención durante el largometraje, pudiendo apreciar más de cerca a la que fuera una estrella mundial. “Whitney Houston murió porque tenía el corazón roto”, así de intenso es el inicio del documental.

La narración comienza con imágenes de la última gira de la cantante. Luego se comienza a contar cómo fue realmente la vida de Whitney. Houston nació en Newark, New Jersey en 1963, época en la que esa ciudad pasaba sus peores momentos económicos en su historia. Hija de John Russell Houston y Cissy Houston famosa cantante de góspel en Estados Unidos, la que comenzó a guiar los pasos de Whitney hacia una carrera ascendente. Y con primas como Dionne y Dee Dee Warwick, al parecer su vida estaba destinada a la música.

Durante los primeros años de su carrera, los productores intentaron convertirla en una artista pop que fuera lo menos afroamericana posible, todo esto con el fin de llegar al público blanco (el mainstream). Dato no extraño para la época en Estados Unidos donde la discriminación racial era aún más fuerte que en la actualidad. Este mismo tiempo fue en el que conoció a la que sería su gran amiga Robyn Crawford. Una amistad que le trajo más de un problema y comenzó a generar dudas acerca de la sexualidad de Houston, la que en más de una ocasión debió salir a dar declaraciones para desmentir una relación entre ellas. En esos momentos la carrera de la cantante iba en alza y debía evitar las polémicas a toda costa para no ensuciar su imagen.

El documental deja la sensación que Whitney Houston tal vez era manipulada por su familia. La principal señalada es su madre, la que pareciera haber utilizado a su hija para lograr lo que ella no pudo. Exprimieron la imagen de la cantante hasta que ya no quedó nada. Un punto de quiebre dentro del largometraje es el momento en que Whitney celebra su cumpleaños número 26. Fiesta en la que figuraba dentro de los invitados el que sería su esposo por casi 16 años, el cantante Bobby Brown. Tal vez, en ese momento la vida de Houston comenzó a marcar su final. Whitney tenía que lidiar con la prensa debido a las acusaciones en su contra por consumo de cocaína. Además, a esa adicción se le sumó Brown y el alcohol, que juntos fueron una mezcla letal.

El registro cuenta con imágenes exclusivas de la última gira mundial realizada por la cantante, “My Love Is Your Love World Tour” en 1999, antes de comenzar la debacle de su exitosa carrera. Este filme deja la sensación de que Whitney fue víctima de ella misma y de su familia. Houston perdió su fortuna de cerca de 250 millones de dólares, solo manteniendo a sus familiares. La carrera de la artista sin lugar a duda fue exitosa y ese éxito tuvo como consecuencia que su vida íntima siempre fuera tema de interés.

Ninguna polémica, ni las adicciones deben opacar la carrera de la cantante. Nada podrá borrar sus más de 600 premios ganados durante su carrera musical y que su disco debut rompiera todos los récords en la historia de la música. Creo que esto es lo que se debe recordar de Whitney Houston. Los invito a ver este documental, y luego de verlo puedan sacar sus propias conclusiones.

Disponible en Netflix