El heredero innato del pop en voz de hombre. El chileno retrata su paso de la adolescencia a la primera adultez de forma vulnerable y auténtica. La suma de sus referentes históricos en un primer disco que hace justicia por todos esos intereses imposibles en su infancia, que siguen presentes en su mente, y que tendrá su show de lanzamiento el 17 de noviembre en la Sala SCD Egaña.
8 canciones que son una bitácora del crecer y el amar. Paco Miranda estrena su esperado disco debut, titulado “Aún en mi mente”, un álbum que viene a acompañar a su primer y celebrado epé “Chiquitito”, del 2019. La brillante carrera del chileno crece con esta placa que recorre las baladas setenteras en español, el pop de los noventas y dosmiles, hasta el indie más actual.
Creando su propia estética sonora, compositiva y visual, Paco Miranda ofrece una propuesta personal genuina, en un disco lleno de intensidad y reflexión. El paso de la adolescencia a la adultez queda registrado, con experticia, en este fresco manifiesto del pop latinoamericano que se traduce en un LP producido por el propio músico junto a Francisco Victoria.
- "En este disco quise ser lo más honesto y auténtico posible, tanto en las letras como en la composición y producción. Por eso hay influencias de tantas épocas y estilos distintos; es un mix de lo que crecí escuchando y lo que me fue marcando a lo largo de la vida", explica el artista que tiene de referentes a mujeres icónicas como Shakira, Madonna, Jeanette, Avril Lavigne, Alanis Morrissette, Britney Spears, o Javiera Mena.
Si “Chiquitito” fue una aventura solitaria y más doméstica, este primer largaduración cuenta con recursos que aportan en la profesionalización de su sonido. La autenticidad se mantiene y se potencia con la evolución personal y musical.
- "Hay crecimiento en los aspectos técnicos porque conté con un maravilloso equipo cuidando cada detalle, pero también noto crecimiento en las canciones: me permití demostrar más vulnerabilidad y decir cosas que me incomodaría que un familiar escuche, por ejemplo. Me permití decir lo que sentía, sin prejuicios", agrega sobre el álbum que conserva la esencia adolescente del epé, mientras abre la ventana a la inevitable adultez.
El registro de un joven sudamericano que, entre estallidos sociales y crisis sanitarias, supo de amor y desamor, de reflexiones y cuestionamientos, personales y colectivos; entender las pérdidas, impulsar las pasiones. Recordar a las referentes de su vida y fusionarlas con esas inspiraciones catalogadas como
- "demasiado femeninas" cuando era pequeño, como el ballet. Una analogía sobre tener un deseo, una inquietud, sentimiento o identidad que, por más que se intente reprimir, seguirá estando en la mente y el alma. "Solo en la honestidad se encontrará la libertad", en palabras de Paco Miranda.