Los liderados por Eddie Vedder vuelven con su duodécimo álbum de estudio después de cuatro años de silencio discográfico. Para este nuevo disco los nativos de Seattle trabajaron con el productor Andrew Watt, un fanático declarado de la banda que también ha colaborado con artistas de la talla de Elton John, Ozzy Osbourne, Iggy Pop, Post Malone, Justin Bieber, Lana del Rey, entre muchos otros. Lo cierto es que “Dark Matter” muestra de inmediato buenas sensaciones, energías renovadas y la recuperación de esa chispa que tanto se había extrañado en sus anteriores tres producciones.
Es evidente que en esta nueva entrega Pearl Jam exuda nostalgia y remembranzas de épocas pasadas llenas de energías desbordantes y sonidos que ya son marca registrada. “Scared of Fear” y “React, Respond”, los primeros dos cortes de esta placa golpean de entrada directo al mentón con melodías intensas y dinámicas, donde fluyen naturalmente los riffs de Mike McCready y el sonido del bajo de Jeff Ament, que de alguna manera muestran trazos de sus trabajos previos, pero con renovada vitalidad. “Wreckage” baja la intensidad y da paso a una faceta mucho más melódica y texturas llenas de melancolía, con un sonido que nos recuerda la faceta de solista de Vedder en su época de “Into the Wild” (2007) y con una marcada influencia de Tom Petty.
“Dark Matter”, el primer adelanto que sirvió de carta de presentación del álbum, recupera los sonidos más crudos y característicos de Pearl Jam, con una base que suena sólida y potente, y una combinación de elementos que funciona bien y que se acopla de manera natural y en perfecto equilibrio. El vaivén de intensidades sigue de la mano de “Won't Tell”, una canción a medio tiempo que no termina por convencer del todo y que no toma muchos riesgos desde el punto de vista de la creatividad, lo que probablemente la hará pasar desapercibida en la discografía de la banda. “Upper Hand” sorprende de entrada con una extensa introducción muy cargada a lo experimental, y una segunda mitad que tras un inicio más bien contemplativo gana en confianza y brilla de la mano del protagonismo de la voz de Vedder y el sonido de las guitarras.
“Waiting for Stevie” resulta clave para entender que Pearl Jam sigue más vigente que nunca y que no teme volver a su fórmula original para lograrlo, una pieza hermosa guiada por los tiempos de Matt Cameron y con una entremezcla de matices y texturas que coronan la impronta tan característica de la banda, fluyendo casi naturalmente entre una balada y una pieza de rock más intensa. Con el sonido punk rock de la acotada “Running” se pone el pie sobre el acelerador, en un viaje que apenas se alcanza a disfrutar antes de que termine. En “Something Special” y “Setting Sun” Vedder vuelve a ese sonido tan propio de su etapa solista, la dosis justa de mesura que permite bajar las revoluciones, tomarse un agradable respiro y equilibrar las energías. El inicio pausado de “Got to Give” enmascara lo que a la postre se convierte en una melodía que hace recordar el sonido noventero de la banda.
“Dark Matter” es un disco sólido, que sabe jugar con las fluctuaciones de energía e intensidades, armonizando perfectamente las melodías de corte más tranquila con esas canciones que son una locomotora de energía incontenible. Sin lugar a duda la mejor versión de Pearl Jam de las últimas dos décadas, una maquinaria que sigue estando perfectamente aceitada y que genera grandes expectativas para lo que será su inminente gira mundial “The Dark Matter World Tour”.