Hablar de Morrissey como artista implica ir mucho más allá de su reconocida trayectoria como vocalista de The Smiths y de su carrera como solista, también existe una faceta no tan reconocida ligada a la literatura, una parte del personaje que incluso refleja con mayor claridad la sensibilidad y agudeza presentes en las letras de sus canciones. En palabras sencillas podríamos decir que el inglés escribe como canta: con un profundo desprecio por los cánones establecidos, con una impronta visceral y clara que exuda controversia, ironía y melancolía en cada una de sus líneas.
Por: Gustavo Inzunza
El músico británico sentía una atracción natural por el actor e ícono generacional James Dean, algo que quedó plasmado en el videoclip promocional de la canción “Suedehead” (1988) que mostraba a Morrissey recorriendo las calles del pueblo de Fairmount, Indiana, lugar donde había crecido el actor, además de incluir tomas de la escuela donde el actor había estudiado, y en su parte final el cementerio nevado de Park, el camposanto donde James Dean está enterrado. Sin embargo, varios años antes de este episodio el músico había publicado la biografía “James Dean is not dead” (1983) a través de Babylon Books, donde exploraba la carrera y el legado del actor, mezclando datos históricos con profundas reflexiones personales.
En 2013 nos encontramos con la publicación de su autobiografía a través de la editorial Penguin Classics, un recorrido transversal desde su infancia en Lancashire hasta su exitosa trayectoria musical, incluyendo sus constantes conflictos con la industria musical. Un robusto libro de casi 500 páginas que rompió récords de venta en su primera semana, encabezando la lista de los títulos de no ficción y donde Morrissey profundiza entre otros temas en los entretelones de su litigio con Mike Joyce, baterista de The Smiths, además de revelar detalles de su primera relación romántica con el fotógrafo Jake Walters en 1994, pasajes que causaron polémica, ya que en la edición estadounidense se eliminaron referencias puntuales asociadas a la convivencia íntima, lo que fue considerado por los fanáticos como un intento editorial de censurar aspectos de su vida privada.
En 1993 Auberon Waugh, editor de la revista británica Literary Review, creó los premios “Bad Sex in Fiction” con el objetivo claro de visibilizar los pasajes de descripción sexual mal escritos, superficiales o redundantes en la ficción moderna con la esperanza de desalentarles. Más de dos décadas después Morrissey publicó su primera novela “List of the Lost” (2015) que narra la historia de cuatro corredores de relevos de Boston que son maldecidos por un anciano en un bosque y que se haría acreedor de este curioso galardón por una escena en particular entre uno de los atletas (Ezra) y su novia (Eliza):
- “En ese momento, Eliza y Ezra se unieron en una bola de nieve risueña de cópula, gritando y chillando mientras se mordían y tiraban juguetonamente el uno del otro en una peligrosa y clamorosa espiral de rotación sexualmente violenta…”.
Los fanáticos tendrán una nueva oportunidad para encontrarse con Morrissey el próximo 16 de Noviembre en el Movistar Arena. Las entradas se encuentran disponibles a través del Sistema Puntoticket.