Los 4 mil días de Mike Portnoy

En 2010 el legendario baterista fundador de Dream Theater abandonó la banda, se enfocó en otros proyectos, polémicas y mantuvo cerrada la puerta hasta su sorpresivo retorno el año pasado.

Por: Matías Muñoz

Fueron 13 años fuera de Dream Theater que, según el baterista, no resintió. Aquella tarde de 2010, la noticia de su partida remecía al mundo. La noticia apareció de manera inesperada. Mediante un mensaje en su página de Facebook, Portnoy anunciaba al mundo su decisión de dejar la banda que él mismo había fundado y que lo acompañó en su vasto crecimiento musical

Dream Theater había estado bajo su dirección durante 25 años, y aunque no era el único responsable de la composición, Portnoy aportaba y lideraba con carisma y talento. Eso lo llevaría, se infiere, a un desgaste total que lo obligó a dejar el grupo.

Así, Portnoy continuó con un extenso y prolífico camino de proyectos, hasta ese momento, paralelos. Avenged Sevenfold, The Winery Dogs o Liquid Tension Experiment copaban sus días y exprimían sus capacidades al máximo.

En la otra vereda, Mike Mangini tomó las baquetas y se encargó de seguir el ritmo de Dream Theater entre 2011 y 2023. “Creo que la gente está donde tiene que estar”, decía Mangini al ser consultado sobre el regreso de Portnoy en 2023, quien volvía a sentarse en el trono del grupo que formó junto a sus colegas con más de 40 años de complicidad.

Es en ese contexto que el retornado fraguaba su arribo. Reconciliaciones y reflexiones mediante, Portnoy recomponía y estrechaba lazos con John Petrucci mientras trabajaban en su disco solista, su amigo y compadre. Mientras, buscaba acuerdos con LaBrie y calentaba para volver a tocar junto a Rudess y Myung.

El retorno del Rey

Los motivos y los fantasmas de su inesperada salida y sorpresivo retorno respondían, al momento del quiebre, a caprichos y cuestionamientos internos. Y es que la exigencia de un grupo de excelencia, la disciplina y el carisma vivo de su personalidad aplastante podrían jugarle en contra hasta que el quiebre fuera irreversible.

¿Qué perdía Dream Theater con su ausencia? El peso de su carisma, estilo y teatralidad, incluso al no verlo en escena, era parte de una esencia que la banda proyectaba poco. Músicos disciplinados y estructurados versus un metrónomo humano que era capaz de cautivar desde las sombras. Eso, más su inigualable estilo a la hora de tocar y llevar complejos compases era parte de una maquinaria que necesitaba aceitarse otra vez.

A su salida, Portnoy explicó que dejó Dream Theater para tomarse un descanso, enfocarse en otros proyectos y no sentir que su vida dependía de tocar con los mismos músicos por el resto de su vida. Atrapado y mezquino con el compromiso, se dejó llevar por otras inquietudes que expandieron sus horizontes.

Hoy, esa dependencia forzada es justamente lo que tironeó para que el amo y señor de “Dance of eternity” recuperara las ganas y el amor por la música y la amistad. En su 40 aniversario, la banda recupera al hijo pródigo tras 4 mil setecientos días fuera de órbita.