Lionel Richie: el regreso de un clásico que nunca pasó de moda

El próximo 7 de septiembre, el Claro Arena será escenario de una de esas noches que cruzan generaciones: Lionel Richie llega a Chile con su gira Say Hello To The Hits, un repaso por los himnos que lo convirtieron en uno de los nombres más grandes del pop y el soul. El tour viene de agotar entradas en Europa y promete un set cargado de canciones que, aunque salieron hace décadas, siguen vivas en playlists, películas y hasta en festivales como Glastonbury, donde Richie reventó el escenario con más de 200 mil personas coreando “All Night Long”.

Por: Jorge Núñez Lezcano

El show que trae a Santiago está diseñado para ser un recorrido emocional: desde la balada íntima de “Hello” o “Truly” hasta el desborde de energía con “Dancing on the Ceiling”. Richie, con más de 125 millones de discos vendidos, sabe perfectamente cómo construir un espectáculo que no se siente como un revival, sino como una celebración atemporal de la música pop. Su propuesta no es solo nostalgia: es recordar por qué estas melodías, con arreglos simples pero potentes, siguen sonando frescas incluso en una época dominada por el streaming.

Hablar de Lionel Richie es hablar de canciones que marcaron la cultura global: “Easy”, que nació con The Commodores y se reversiona hasta hoy; “We Are the World”, escrito junto a Michael Jackson como himno solidario; o “Say You, Say Me”, que le valió un Óscar. En vivo, todo ese repertorio se transforma en una experiencia de comunión pop: coros gigantes, letras que todos —aunque no lo admitan— saben de memoria, y un frontman que maneja el escenario con humor, cercanía y un groove que no envejece.

Para una generación que creció entre vinilos heredados, discos compactos y ahora Spotify, ver a Richie en vivo es cerrar un círculo: comprobar que esas canciones que escuchamos en la casa, en la radio o en un sample de hip hop tienen un origen vivo y potente. Y verlo en el Claro Arena no es solo asistir a un show de clásicos, sino a una masterclass de cómo se escribe pop que dura 40 años sin perder relevancia. En un año cargado de giras de artistas legendarios, Richie ofrece algo distinto: no solo historia, sino presente.