Hablamos con el frontman del proyecto Killer Whale, Thomas Johnson nos contó de la influencia que los viajes tienen en su música, así como su incapacidad de quedarse en un solo lugar. Además este año vuelve con un nuevo trabajo denominado Tastes Like Yesterday y nos contó cómo San Francisco y Nueva Orleans lo inspiraron con este material.
Por Valentina Tagle
Hace unos años Thomas Johnson no tenía otras intenciones más que pasarla bien tocando música. Nacido y criado en Luisiana, Estados Unidos, este hijo de una pianista creció rodeado del ritmo característico de la ciudad, un ambiente que finalmente materializaría como su profesión: tocando la guitarra como músico de apoyo para otras bandas. Fue en este contexto que se volvió cercano a otros músicos de apoyo con los que pasaba el rato entre giras y conciertos. En lo que podría considerarse como una accidentada hermandad, Thomas y otros músicos empezaron a crear canciones y sin darse cuenta tenían algo así como ocho temas que tocaban cada vez que surgía la oportunidad. Dándose así la génesis de Killer Whale.
- "Creo que la base de la banda fue como un espacio para que muchos músicos de apoyo tuviéramos nuestra propia banda. Entonces tengo este grupo de músicos que varía de vez en cuando, dependiendo de su disponibilidad y los lugares donde están tocando. Es el mismo grupo de alrededor de 10 músicos que uso y tienen mucha influencia en la banda también, yo solo escribo las canciones y les pido que me ayuden”.
¿Entonces es como un supergrupo de músicos de apoyo?
- "No sé si es un supergrupo, pero nos divertimos”.
El sonido de Killer Whale puede concebirse como una melodía pantanosa, donde se evocan paisajes llenos de naturaleza y vida silvestre. No por nada su nombre obedece a la existencia de una vida salvaje, aunque Thomas asegure que el nombre del proyecto no tiene un significado tan profundo.
- “Honestamente, me gustan las orcas (o ballenas asesinas) y pensé que Killer Whale era un nombre cool para una banda y nadie lo tenía en el momento. Creo que las orcas son animales extremadamente cool…”
Y es que una de las características de la banda es su experimentación con los ritmos y el sonido. Su primer trabajo, Ocean Blood (2014), se distingue por una voz clara acompañada por una guitarra, en una clave folk y más bien minimalista. Pasando por Casual Crush (2017) hasta Tastes Like Yesterday (2020) su más reciente trabajo, Killer Whale ha ido coqueteando con géneros sin perder la identidad que define su marca.
- “Siempre queremos mejorar, siempre queremos ser mejores, entonces lo intentamos mucho y es como: cómo mantener un sonido y luego mejorarlo, y hay mucho trabajo y discusiones entre medio. Entonces trato de escribir canciones, es un proceso largo pero al final se trata de dónde estoy cuando escribo esa canción. A veces estoy más atraído por la música acústica, a veces por el R&B, a veces por el Rock and Roll y luego salgo con algo escrito, entonces hay un esfuerzo por hacerlo diferente pero también hay un gran esfuerzo por mantenerse fiel al sonido”.
Al respecto de sus aspiraciones musicales con el proyecto, dice que le gustaría que su música “te haga sentir algo algo dentro tuyo, algo que te haga moverte o sentirte diferente, pero no tengo una dirección general a donde quiero que la gente vaya, quiero que sientas algo por la música, eso pueden ser muchas cosas, quiero que te golpee espiritualmente. No sé si tendré éxito en ello, pero es lo que me gustaría”.
Nunca en el mismo lugar
Thomas, quien por trabajo está constantemente en movimiento por la costa sur de Estados Unidos, escribió gran parte de las canciones de Tastes Like Yesterday mientras vivía en San Francisco. Hoy, instalado en Nueva Orleans, declara que el sonido de Killer Whale está principalmente inspirado en lo que escucha en sus viajes y lo que le dejan las ciudades.
“Me gusta viajar, no me gusta quedarme quieto, soy bastante malo para ello. Mi novia se ríe mucho de mí por eso, no soy bueno en ser permanente. Trato de conjugar diferentes experiencias y diferentes lugares con mi música, así que viajar me ayuda a tener una paleta más amplia de sonidos musicales. Quiero seguir viajando, amo estar en lugares nuevos y amo escuchar nuevas historias”
Así es como describe los lugares que principalmente lo inspiran hoy. Nueva Orleans, por ejemplo, “es un lugar muy rítmico. Hay tambores en todos lados. Si vas al almacén escuchas tambores, escuchas saxofones y tambores, o ves a alguien bailando al ritmo de los tambores. Pero hay tambores dondequiera que vayas. El ritmo es como la sangre de la cultura, siempre se está moviendo, se mueve todo el tiempo a través de todos los que son de esa área, no puedes escapar de ello”. Otro símbolo de la costa estadounidense, California, está influenciado por “la armonía y la melodía, no hay un background rítmico en la música. Los highlights de la escena musical californiana son realmente la armonía y la melodía, melodías muy bonitas, armonías muy bonitas. Yo intento tener una mezcla entre el ritmo y esa melodía”.
¿Crees que si vas a otro lugar este inspiraría tu música también?
- “En realidad, me fascina esa posibilidad. Me fascinan altamente los diferentes sonidos y ritmos, es algo con lo que estoy casi obsesionado. Me encantan los lugares musicales, tengo un montón de lugares a los que me gustaría ir”. Entre estos posibles lugares menciona el oeste de África, Ciudad de México, alguna isla en la Polinesia como Hawaii, pero no descarta otros lugares. “Creo que la música en cualquier lugar del mundo es interesante”.
Como muchas otras bandas, Killer Whale ha tenido que cancelar sus presentaciones en vivo ante el contexto de pandemia. Y aunque esto fue recibido con cierta decepción por parte de Thomas, no fue suficiente para alejarlo de la música ni del proceso creativo. Asegura que tiene mucha música nueva, pese al reciente lanzamiento, y está preparado para volver a los escenarios.
Hace unos años Thomas Johnson no tenía otras intenciones más que pasarla bien tocando música. Y hoy tampoco.