La versatilidad de Pedropiedra vuelve a Chile gracias al REC

El Parque Bicentenario y el Teatro Biobío ya se empiezan a preparar tras el anuncio de la cartelera del próximo Rock en Conce 2023. El festival regional gratuito más importante del país sorprendió nuevamente con un cartel de artistas variado y potente, donde nuevamente se apuesta tanto por nombres de peso mundial como por figuras emergentes. Entre las caras nacionales destaca la vuelta al país de Pedropiedra. Quien apareció como uno de los nombres más importantes de la escena musical chilena a inicios de los 2010´s, ha logrado consolidarse con una carrera que actualmente lo tiene radicado en México y trabajando en nuevo material. Un reencuentro que emociona a sus fanáticos de la región del Biobío y aporta la cuota de pop rock que el festival regional necesitaba.

Por José Tomás Prado

Hablar de la carrera de Pedro Subercaseaux implica rotar entre diversos proyectos antes y después de su explosión con el proyecto de Pedropiedra. El santiaguino ha demostrado desde sus inicios una versatilidad pocas veces vista, donde sus capacidades como multi instrumentista le permitieron saltar del hip hop al rock alternativo de manera fluida y orgánica. Fue desde su formación en la Escuela Moderna de Música que empezó a participar de diversas agrupaciones como Tropiflaite, CHC y Hermanos Brothers, un dúo de hip hop y electrónica junto al productor y dj Vicente Sanfuentes que incluso ganó el premio MTV a Mejor Artista Independiente en 2003.

Esta mezcla de rimas y baterías programadas serían parte de los ingredientes que se mezclarían en el trabajo que Pedro terminaría de cocinar para su debut como solista. Una gira promocional en Ciudad de México junto a CHC vio el nacimiento de la idea de Pedropiedra, generando un breve asentamiento en la capital mexicana, donde se encargó de trabajar en los demos de lo que finalmente forjarían su primer disco homónimo.

La llegada de este trabajo en 2009 presentó una interesante propuesta para el panorama musical chileno de esos años, donde la mezcla de ritmos como el funk y el pop se mezclaron con letras de gran personalidad. Canciones como “Inteligencia Dormida” y “Las Niñas Quieren” lograron plasmar la visión de Pedro en la conjunción de todas su influencias y trabajos anteriores en un disco que gozó de mediana difusión radial y puso a Pedropiedra en el mapa.

“Cripta y Vida” llegó dos años después para confirmar la búsqueda de nuevos ritmos, manteniendo el formato de multi instrumentista de Pedro al encargarse de la mayoría de las partes de un disco que, en palabras del propio artista, buscó lograr “más contrastes” entre canciones. “Vacaciones en el Más Allá”, “Occidental” y “De Quién” abrieron el abanico de sonidos para un disco que mantuvo al proyecto con constantes presentaciones tanto dentro como fuera del país y representó el primer lanzamiento de la mano del sello Quemasucabeza.

Tal como en sus inicios, el posterior trabajo de Pedro se nutrió de constantes colaboraciones con figuras de la talla de Jorge González, Gepe o Álvaro Díaz. Los siguientes años vieron nacer a “Emmanuel” y “Ocho”, con los que terminó de consolidarse como una de las grandes figuras musicales de la década y amasar un gran número de fieles seguidores, que se encargaron de apoyar cada lanzamiento y presentación en vivo, especialmente en México.

Fue gracias a su trabajo con Álvaro Díaz que finalmente en 2011 Pedro se unió al equipo de 31 Minutos. En calidad de cantante y baterista de la banda, se encargó de girar con las entrañables canciones del programa infantil por toda Latinoamérica. Fueron años agitados que cerraron la década de los 2010’s con la llegada de Pillanes, el supergrupo que formó junto a los hermanos Durán (Los Bunkers) y los hermanos Ilabaca (Chancho en Piedra), con quienes grabó un disco homónimo e incluso se presentó en la edición 2019 del festival Lollapalooza Chile.

La demostración de versatilidad tuvo continuación en Aló! (2020), un disco lanzado justo al inicio de una pandemia mundial que condicionaría su promoción y las presentaciones en vivo de Pedro por al menos un año. Fue aquí donde el acercamiento a nuevos ritmos demostró una química con la esencia de Pedropiedra que sorprendió a más de uno. Por primera vez, los ritmos urbanos del reggaetón y el trap se hicieron presentes junto a juguetonas letras en “Perdido en Viña del Mar” o “Aló!”. Una propuesta que logró ganarse el cariño del público y la crítica en medio de un difícil contexto, teniendo como gran corte la genial “Amar en Silencio”. Esta placa significaría el último lanzamiento de estudio de Pedro antes de tomar la decisión de asentarse en México para expandir su influencia y generar nuevas conexiones para sus próximos trabajos.

Tras una movida agenda de presentaciones al finalizar las restricciones de la pandemia, que incluso tuvo al santiaguino en la última versión de Lollapalooza, Pedro se despidió tanto de amigos como de sus fanáticos con un show en Matucana 100, que posteriormente significaría su primer registro en vivo, llevando por nombre Buena Suerte (2022). Tras un año en el país norteamericano, Pedropiedra volverá a la octava región para ser parte del atractivo cartel de la próxima versión de Rock en Conce. Un reencuentro que espera repasar su aplaudida carrera y conectar con un público que seguramente lo recibirá con los brazos abiertos.