Katy Perry prepara su regreso a Chile el próximo sábado 6 de septiembre en el Estadio Bicentenario de La Florida. La artista estadounidense llega a nuestro país en el marco de su gira mundial The Lifetimes Tour. Perry vuelve a girar por sudamérica, luego de cumplir 10 años desde su primera visita, cuando The Prismatic World Tour aterrizó por este lado del mundo. De la mano de su última placa de estudio 143 Katy vuelve a la música con más fuerza y ganas de festejar con su séptimo álbum.
Por: Álvaro Rodríguez
La estrella del pop vuelve tras cuatro años de silencio con un disco cargado de dance y nostalgia noventera. Pese a sus intenciones festivas, el resultado ha generado más críticas que elogios. Quizás en el momento de su lanzamiento no fue entendido y se generó extremadamente mucha expectativa a lo que se suman las críticas por su trabajo con el productor Dr Luke. Tal vez esas pequeñas controversias le quitaron protagonismo a lo más importante, la música.
El 20 de septiembre de 2024, Katy Perry lanzó 143, su séptimo álbum de estudio. El título hace referencia a la expresión “I love you” en clave numérica —1, 4 y 3 letras respectivamente— y refleja el lado más sentimental de la cantante. Perry lo presentó como un “party album”, una invitación a bailar y celebrar. A lo largo de la placa pasar efectivamente por algunas de esas etapas que intenta plasmar cómo hilo conductor, a ratos eso se pierde e incluso se extravía la esencia de Katy.
El disco se construye sobre bases de dance-pop y europop, con fuertes guiños a la música de los años noventa. Canciones como Lifetimes, Crush o Nirvana buscan despertar esa vibra nostálgica, mientras que I’m His, He’s Mine y Gorgeous incluyen samples reconocibles, aunque con resultados dispares. En Artificial, junto al rapero JID, se percibe un tono más oscuro y lírico, uno de los momentos destacados del álbum. El cierre llega con Wonder, una balada en la que incluso participa su hija Daisy, aportando un toque íntimo y personal.
Dentro de la placa se pueden percibir la madurez en su producción, quizás en algunos aspectos se ve débil este trabajo, pero en el general a nivel de escucha y comparando trabajos anteriores encontramos una gran performance, para los fanáticos debe ser considerado un buen trabajo. Es un disco que ha medida lo escuchas y le das una oportunidad se logra entender y construir una idea positiva.
En la producción, Perry volvió a trabajar con Dr. Luke, responsable de 10 de los 11 temas del disco, lo que despertó controversia debido a las denuncias que pesan sobre el productor. Además, el álbum incluye colaboraciones con Kim Petras, 21 Savage, Doechii y JID, aportando variedad de estilos, aunque no siempre cohesión.
En lo comercial, el álbum alcanzó el sexto puesto en las listas de Estados Unidos y Reino Unido. Sin embargo, esas cifras lo convierten en uno de los trabajos menos exitosos de la cantante, muy lejos de los récords que alguna vez la consolidaron como una de las reinas del pop global.
143 es un intento de Katy Perry por recuperar la pista de baile y el espíritu festivo que la hizo brillar en sus mejores años. A ratos parece más un disco armado por partes que carecen de lógica, pero al final logras disfrutar y si se consigue hacerte bailar. A veces las expectativas son más grandes, es probable que no sea el trabajo más lúcido de Katy Perry pero si o si logra generar impacto e irá envejeciendo de mejor forma conforme pase el tiempo.