Howard Jones, la leyenda del Synth Pop

El canciller del Synth Pop, el inglés Howard Jones, y los embajadores del Rock-Pop chileno, Saiko, hicieron gala de una gran presentación este sábado 14 en centro de eventos Blondie.

La velada comienza con los nacionales Saiko, quienes, por enésima vez, justificaron sus 20 años de trayectoria, y que su sofisticado Pop-Rock, sigue siendo la mejor discografía que podremos apreciar en vivo en Blondie. Al repasar sus clásicos y nuevos temas, hicieron bailar a su fiel fanáticada, además de presentar la llegada de un integrante de lujo, el baterista Mauricio Clavería, que se integrará al conjunto para realizar sus shows de ahora en adelante.

Logramos saborear un show de primer nivel sobre el escenario, entregándonos la pasión, vitalidad y sensualidad de Saiko, una vez más gracias a la voz de Denisse Malebran, como siempre, desbordando los sentidos.

Pero el clímax prometía un concierto de primer nivel, y una energía envidiable. Pasión y gran carisma fueron los ingredientes de la presentación que nos brindó anoche el ícono del Synth Pop Howard Jones.

El artista británico, nacido en Southampton, Hampshire, desarrolló su carrera como cantante y músico. En septiembre de 1983 con New Song, alcanzó el tercer puesto del UK Singles Chart, llegando al top 30 en los Estados Unidos. Padre de los hits ochenteros como "What Is Love" y "Things Can Only Get Better",
hizo su presentación en el epicentro de la New Wave santiaguina, con un público amante y ya devoto de los sonidos OCHENTEROS. La gente disfrutó coreando temas como “Mew Song”, “Hide and Seek” y “Things Can Only Gett Better”, que hizo vibrar y regresar en el tiempo como si fueran los mismísimos ochentas.

El recinto fue un elemento esencial, la bohemia que ahí se vive cada fin de semana sirvió de extensión a la presentación de Jones, culminando en una noche llena de recuerdos, bailes extravagantes y centenares de almas anacrónicas que repletaron la pista centra de Blondie.

Review: Josué Silva Pizarro

Galería Fotográfica: Fernanda Lazo Ibarra