Nando García conversó con Sunderbeats sobre su carrera y LP, con 9 tracks cargados de emocionalidad y la más profunda vulnerabilidad del cantautor andino.
Por Javi Andrade
Comenzó haciendo canciones en el colegio a los 14 años desde la localidad de Los Andes para emprender rumbo a estudiar psicología en la capital, pero el destino le tenía preparadas otras sorpresas a Nando García.
Al poco tiempo empezaron las conexiones que le llevaron a ser parte de la banda de ‘Me Llamo Sebastián’ y ‘Fármacos’, pero no fue hasta la cuarentena del 2020 que de una manera muy curiosa dio el salto para partir su inminente carrera musical.
“Un amigo me retó a hacer un EP y grabarlo en cuarenta en una semana, éste fue el punta pie inicial de mi carrera musical. Todo muy caprichoso a modo de una jugarreta”, relata el cantautor sobre ‘Tripa O Cable’, la primera placa de 4 canciones que presentó Nando de manera espontánea durante el año pasado.
“Del EP salió todo ahí, fue algo súper extraño, me forcé a terminar canciones que no sabía si se tenían que terminar. Las canciones no las sobre pensé, porque necesitaba terminarlo. No pensaba mucho en el contenido, y terminó siendo un trabajo del que me siento profundamente orgulloso”.
“Pirueta”: Un álbum de riesgo, un salto de fe
Con influencias de Camila Moreno, José González, Javier Barría, como algunas fuentes de inspiración nacional, Nando García ha desarrollado un viaje sonoro que desemboca en la construcción de su más reciente trabajo “Pirueta”, LP que pretende expresar lo más íntimo de él, exponiendo la vulnerabilidad del corazón e intensas emociones, que decide compartir sin complejos con su audiencia.
- “Es un disco que podría servir de soundtrack para la historia de un joven homosexual, de región que se viene a Santiago, se enamora y le rompen el corazón. Es súper figurativo, aborda otras temáticas del amor queer o ser gay, pero sin ser tan literal ni explícito. Es mi manera poética de contar una historia súper concreta, que me definió tajantemente mis primero años de U acá en Santiago”.
La intimidad compositiva ya no es un misterio en la propuesta de Nando García, quien manifiesta lo más honesto de sus vivencias en su lírica y sonido, para que quien conecte con su historia se refleje en sus creaciones. Desde ese lugar y luego de 3 años y medio de trabajo, nace el que hoy, es su primer larga duración.
- “Después de ya 4 años que escribí las canciones, estoy en un lugar muy distinto a ese tiempo. Están tan ligadas a mí y me remiten a acontecimientos muy importantes que no sé si quiero seguir reviviendo. Que otros las hagan vida, escuchen las canciones y hagan sentido de ellas, me calma muchísimo”.
‘Pirueta’ es sin duda coraje, un simbolismo de enfrentarse a aquellos temores que brotan al desnudar el alma; Un nombre que nace de esa maniobra que significa dar un salto al vacío, con la carga emocional que implica un destino desconocido.
- “En el ejercicio de hacer las canciones del disco, apareció ‘Pirueta’ que habla de tenerle muchísimo miedo a tirarse a la piscina y que salga todo mal, que es siempre una posibilidad en todo ámbito de cosas. Siempre sucede y siento que me estaba pasando. Uno pone algo afuera, lo muestra como sosteniéndose las tripas y puede venir alguien y decirte que no vale la pena verlo, que es aburrido, malo o en definitiva poner todo afuera y darte cuenta que no es lo que querías…Fracasar”, comparte el cantautor chileno.
El trabajo de producción estuvo a cargo de Diego Ridolfi, líder del proyecto ‘Fármacos’ quien luego de recibir una petición por clases de producción musical de parte de Nando, decidió darle un objetivo de disco para trabajar sobre esas canciones guardadas y sin terminar.
- “Trabajar con Diego fue increíble, compartimos que ambos nos desbordamos mucho, somos intensos y nos encanta sufrir. Sentimos que la vida parece todas las riquezas de nuestro arte, algo a veces poco sano y trato de cambiarlo pero nos pasaba a ambos, así que compartir esas emociones se sentía muy natural. Si algo hacía Diego era meterme más el dedo en la herida. Fue bonito, es bacán el Diego, es un músico excepcional y un emocional empedernido”.
Al parecer, su vida misma es tónica en todo lo que Nando García comparte, y en esa misma línea trabajó la propuesta audiovisual de ‘Silaciu’, pieza que elaboró junto a su mejor amigo y cuyo resultado
describe como: “Sin querer un retrato de nuestra dinámica como amigos”.
- “Lo trabajé con Tomás Müller que es mi mejor amigo, y se dedica a trabajar con sistemas análogos de registro y hace mucho tiempo que queríamos filmar algo en Super8 y hacerlo de la forma más ruidosa posible. Usamos cintas y cartuchos viejos que pensamos que podían morir, las revelamos en la casa del Tomás incluso para que fuera lo más sucio posible. El montaje lo hizo la misma cámara, después agregué una que otra toma muy mínima, así que básicamente nos filmamos existiendo”.
La propuesta de Nando García: “Ofrezco un confesionario”
Es sabido que la oferta musical es amplia y creciente día a día, lo que hace muy difícil destacarse entre el abanico de posibilidades que existe actualmente. La propuesta de Nando García, por su parte, no se relaciona con nada pretencioso ni tan evidente. Fiel a su estilo se mantiene con un mensaje algo metafórico pero por sobre todo honesto, una especie de diario de vida musicalizado, que viene a ser una propuesta en sí, sin la mínima intención de serla.
- “Creo que estoy haciendo lo que puedo hacer, lo que me sale, y profundizo eso. Me gustaría estar ofreciendo un leguaje y una visión artística singular a mí y mis vivencias. Algo que entregue la posibilidad de que otras personas puedan conectarse desde puntos en común, por eso me ciño mucho al cotidiano y me gusta hablar de cosas triviales y me da el paso para conectar con otras
personas. Es como una caseta de confesionario lo que ofrezco”.
Por el momento, el joven cantautor se mantiene con ensayos semanales, ad portas de un gran show que espera concretar antes de finalizar el año; 2021 que junto a su ‘Pirueta’, parecen sólo el comienzo de un futuro prometedor en la industria musical chilena.