Con producción a cargo de la propia Fakuta, y la mezcla y master de DJ Raff, la chilena retoma el pop con esta atmosférica pieza que retrata la dulzura del abismo.
Una de las mujeres más relevantes de la escena pop chilena está de regreso con nueva música tras su maxisingle del 2017, "Abrazándote/Perfecto Desastre”, dos canciones que sirvieron de puente de transición entre su aplaudido disco "Tormenta Solar" del 2014 y las novedades que trae este 2020.
“La Montaña” llega con una producción íntegramente realizada por Pamela Sepúlveda, nombre real tras Fakuta; un desafío que hace años sumó a su trabajo de composición y que revela una versatilidad que la ha convertido en referente de la escena femenina de su país. Una etapa de aprendizaje estimulante para ampliar el universo pop que tan bien ha pulido en sus dos álbumes en estudio, y que en esta pasada nos lleva a nuevos rincones de texturas y sentimientos.
- “Esta canción iba dirigida a un nuevo trabajo que sacaría el próximo año, pero ante la situación actual de pandemia y esta gran pausa que ha sido para el mundo y la humanidad, pensé que era un buen momento para escuchar música y decidí mostrar este adelanto”, cuenta Fakuta sobre “La Montaña”.
La pieza nace de la intensidad que vivió Chile durante el último año; versos que fueron representando diferentes ideas que conforman su inspiración actual, que se condensan en esta historia de deseo y amor temerario.
“Se trata de saltar al vacío, de sentirse atraída por ese vacío, de conocer el peligro y aún así ceder ante el deseo”, cuenta.
“Siempre llevo esa visión del enamorarse: es como perder la primera capa que te protege, la armadura, quedar vulnerable e ir en contra de la lógica”, agrega sobre este collage de ideas que es “La Montaña”: un gigante quieto e inamovible que se muestra derrumbado a lo largo de la canción. Es también, la dificultad de trepar un cerro, llegar a la cima y poder llenarte de vértigo con la mirada hacia abajo. “Quería que la música reflejara ese camino ascendente y ese posterior sentimiento”.
La mezcla y masterización estuvo a cargo de DJ Raff. Una impetuosa primera muestra del registro creativo actual de Fakuta, que en esta nueva etapa prepara la madurez de su pop y el entusiasmo de la producción para engrosar su destacable cancionero.