El Tiny Fest en Santiago vivió una primera jornada que combinó innovación, energía y profundidad musical. La noche comenzó con Xatarra, quien abrió el festival con un show lleno de frescura y dinamismo, llevando al público a un viaje sonoro inmersivo desde los primeros minutos. Luego fue el turno de Vinocio, quienes sorprendieron con su propuesta experimental que fusiona jazz, hip hop, soul y R&B, sumergiendo al público en una atmósfera profunda y energética.
Por: Gabriela Torres
Fotos: Juan Pablo Morales
El cierre de la jornada estuvo a cargo de Kamasi Washington en la primera jornada de Tiny Fest tuvo un increíble inicio con el cuál demostró por qué es considerado uno de los grandes referentes del jazz contemporáneo. La jornada comenzó con la enérgica interpretación de “Street Fighter Mass”, un arranque potente y envolvente que de inmediato conectó con el público y marcó la pauta de lo que sería un viaje sonoro lleno de intensidad y matices, de forma extendida.
Como hemos visto en otros shows Kamasi estuvo acompañado por su padre, Rickey Washington, quien se sumó en el escenario con la flauta traversa. Su presencia añadió una capa especial y profundamente emotiva al concierto, conectando generaciones de música y demostrando cómo la tradición y la innovación pueden convivir en un mismo escenario.
A lo largo de su presentación, Washington y su banda ofrecieron una mezcla hipnótica de canciones que transitaron entre el jazz más experimental, el soul, el funk y la tradición más clásica del género, siempre con ese sello único que lo caracteriza: una música expansiva, cargada de emoción y profundidad, que sin duda se vivieron todas estas característica en vivo. Cada tema funcionó como un paisaje sonoro distinto, pero todos se unieron en una narrativa coherente que mantuvo al público en un estado de inmersión total.
Un gran momento de la noche fue cuando interpretaron “Vortex”, fusionándola con otra pieza y dejando entrever pasajes de la obra que Kamasi compuso para Lazarus.
Fue un instante que elevó la intensidad del show, mostrando la versatilidad y la capacidad de la banda para crear universos sonoros que dialogan entre lo espiritual y lo terrenal.
La calidad interpretativa, sumada a la energía de cada músico, hicieron de esta fecha un punto altísimo dentro del festival. Más que un concierto, fue una experiencia transformadora, donde la improvisación y la fuerza colectiva lograron que la música se sintiera viva y vibrante.
Kamasi Washington dejó claro que su propuesta no solo trasciende el jazz, sino que también invita a vivirlo de manera intensa y universal, consolidando este inicio de festival como un momento inolvidable para la música en Santiago.
KAMASI WASHINGTON
XATARRA
VINOCIO