El dúo formado por Mel y Cris nos presentan su ópera prima cargada de matices, luces, sombras y un aura de misterio que se transmite vía auditiva y que acompaña durante toda la grabación. Bases electrónicas, guitarras detallistas y voces que van desde lo sutil a lo extremo crean las atmósferas y ambientes que envuelven "Salvaje". Este disco es en esencia el regreso a lo primitivo, una aproximación pura a la belleza y el dolor, el contacto material con la vida, la confrontación con la naturaleza, lo animal y lo sexual.
"Salvaje" es una obra completa y que pertenece al universo exclusivo de Dreyma, un continuum en el que no importa el principio ni el final, sino cómo recorrer el camino que invitan a transitar.
Si bien este se divide en ocho temas, escucharlo a saltos supondría lo mismo que recortar un mapa en mil pedazos o que alterar el orden de las páginas de una novela sin instrucciones previas, una suerte de alegato "rayuelesco". Las canciones implican también un abandono de estructuras pop, prefiriendo servirse de texturas, una amplia paleta de sonidos y matices que adentran al oyente en túneles y bosques y le hacen reaparecer en otros lugares, acompañado de un sentimiento expresivo y un sentido dramático de la interpretación mejor encajado que nunca antes en sus referencias anteriores.
Una prueba de que "Salvaje" avanza sobre el camino que empezaron a desbrozar desde su primer EP es que repitan con el productor de su último trabajo, Marcos Muñiz, quien no sólo captura la esencia de la nueva referencia, sino que comprende las sensibilidades que supone adentrarse en el mundo de Dreyma. Otra evidencia sería el trabajo sobre sonidos que ya han podido intuirse anteriormente, como las músicas que lejos quedan del acomodo de los oídos occidentales, aquí mediados a través de la influencia de Ibeyi, Dengue Dengue Dengue y diversos folclores.
Según se completa el recorrido, hasta se atisba un regusto a Einstürzende Neubauten en las secciones percusivas entre la marejada de guitarras acuosas, estética trip-hop y melodías sinuosas cantadas en inglés, francés, español y hasta un conjuro en enoquiano. En las letras de este LP existe un denominador común, un halo de hechizo y enigma, una deriva mística en la estela de Anna Von Hausswolff o Chelsea Wolfe. "Salvaje" es en esencia el regreso a lo primitivo, una aproximación pura a la belleza y el dolor, el contacto material con la vida, la confrontación con la naturaleza, lo animal y lo sexual; "Salvaje" es la intensidad de ser radicalmente consciente de la existencia de uno mismo.