El día de ayer tocó en nuestro país la banda estadounidense Crumb, quienes con su lo-fi pop mezclado con texturas de jazz y electrónica cautivaron a una blondie repleta que esperaba con ansias el show del cuarteto americano.
Por: Nelson Vega
Foto: Luis Marchant
En una hora y 15 minutos de presentación, el grupo liderado por Lila Ramani entregó lo mejor de su catálogo musical, robándose la mirada la virtuosidad de cada uno de los músicos en adición a un hipnotizante juego de luces.
Crumb es una banda de indie rock formada en el año 2016 que en su sonido mezclan elementos del lo-fi pop, rock psicodélico y jazz, destacando entre sus entregas las canciónes “Locket” y “Ghostride”, por nombrar algunas.
El grupo se presentó por segunda vez en Chile en el marco del tour promocional de su último disco AMAMA (2024), un trabajo de larga duración compuesto por 12 canciones que expone el crecimiento y solidificación de los sonidos ya característicos que exponen en cada una de sus registros.
Frente a la ovación de su público, ya al salir al escenario pudimos previsualizar lo que estaba por venirse, un viaje sonoro con muchas texturas y energía por parte del conjunto formado el año 2016.
Las canciones fueron pasando, acompañadas de un público que mediante vítores y saltos al unísono celebraban cada acorde que entonaba la banda. Dentro del show se robaron las miradas la unión y compañía entre los instrumentos de los músicos, quienes no dejaban espacio vacío al momento de exponer su música.
Otro punto a destacar son las luces y visuales que existieron durante todo el concierto, en donde pudimos ver un juego equilibrado entre lo que buscaba reflejar la banda de la mano de su música y de su juego de luces y escenografía al puro estilo lo-fi.
A momentos Lila compartió con el público, agradeciendo su presencia y dando las gracias por el cálido recibimiento que estaban teniendo de parte de los espectadores en relación a cada canción entonada con cariño y solidez.
Es posible destacar del show de Crumb lo hipnotizante que son los juegos sonoros que refieren sus músicos, existiendo pasajes que suenan de lo más bien a una improvisación de sala de ensayo al más alto nivel musical. A su vez, el cambio de tiempos y atmósferas dentro de las canciones levanta y reafirma la calidad y versatilidad que posee el cuarteto americano, quienes como banda reflejan lo que es la comunión musical.
En síntesis, el show de Crumb estuvo caracterizado por las texturas musicales que exponían sus músicos, quienes de la mano de cambios de tiempo y melodías entregaron lo mejor de su música de la mano de un colorido juego de luces y escenografía que te generaba mayor petrificación en relación a la música que estuvimos viviendo.
Fotos por Luis Marchant
THE HOLYDRUG COUPLE
CRUMB