Con un sonido caótico y a la vez armonioso, la banda penquista lanzó el 31 de octubre su primer material discográfico en todas las plataformas digitales, deshuesando el sentimiento del amor al ritmo del rock alternativo.

Por casualidades de la vida, cuatro músicos penquistas se unieron para formar una banda que, en poco tiempo, logró posicionarse sólidamente en la escena local. Hoy, luego de dos años de trabajo conjunto, Aeródromo se prepara para dar un salto a nivel nacional con “A veces para siempre”, un álbum de nueve canciones que busca exportar el sonido emergente de la zona, con raíces ligadas al indie-rock y atisbos de noise-pop. “Queremos visibilizar lo que hay acá en la región. Este disco es fundamental para que la gente sepa que en Conce se están haciendo cosas nuevas”, comentó el vocalista Diego Olave.
Con melodías atrayentes, pero sin perder su esencia ruidosa y desequilibrante, Aeródromo nos invita a un viaje emocional que revive el sentimiento del amor. A lo largo del disco, el oyente experimenta ese vaivén entre la euforia de sentirse en las nubes y la inevitable necesidad de volver a tierra firme. “Hablamos sobre el contraste interno que la gente puede experimentar: la rabia, la calma, la temporalidad de las cosas. Expresamos lo que sucede en esos momentos, a veces estamos en el aire, pero debemos aterrizar”, expresaron los integrantes de la banda.
El proceso de creación no fue sencillo. "Hubo semanas en las que no podíamos grabar nada por falta de implementos. A eso se sumaba que cada uno estaba enfocado en los estudios, y nos costaba reflejar lo que realmente queríamos”, comenta la banda. Sin embargo, el esfuerzo dio frutos. Después de enfrentar varios imprevistos, el disco fue grabado por completo en Alto Estante, lugar donde, según Ignacio Toloza, “dimos con el sonido que queríamos proyectar”.
Este lanzamiento llega para quedarse en los oídos de los amantes del naciente nuevo panorama musical de Chile, y para subir aún más la apuesta, el track “Fiesta” es acompañado de un videoclip que abarca toda la esencia del álbum. “El video trata de una fiesta en la que el dueño no quiere que llegue nadie más que la persona indicada. Sentimos que calzaba muy bien con la historia que queríamos contar. Además, en la canción hay una frase que da sentido al nombre del álbum: ‘por favor no llores, casi nada es para siempre, y si es para siempre quiero que sea junto a ti’”, indicó el vocalista.
Sin duda, un trabajo pulido e interesante, que llega como parte importante de la creciente escena alternativa penquista. “Queremos agradecer a todos los que formaron parte de este proceso. Sin ustedes no lo hubiésemos podido lograr”, concluyó la banda. Luis Leiva y Daniel Velásquez estuvieron a cargo de la mezcla y masterización respectivamente. La portada del disco fue obra de Diego Olave y Renata Gutiérrez, y la totalidad del álbum fue grabada en Alto Estante.