Nació en Illinois, Chicago, el 31 de mayo de 1960. Ya de muy pequeñito su curiosidad por el jazz, el góspel (su padre era un gran aficionado y ayudó a su curiosidad e intriga por la música) y el sonido Motown influenció en lo que más tarde muchas generaciones se recrearían y saborearían de su música durante décadas.
Cuando su padre le descubrió el primer álbum de Funkadelic, algo le obstruyó las venas, algo que necesitaba “donar” y transmitir. Ingenio, elegancia y un seductivo y sensual house académico, ambiental e instrumental, con unas voces tan sutiles y ancestrales que podrían derretir el mismísimo hielo de Chicago en plena temporada invernal.
Mucha de sus producciones son paisajes sonoros mediterráneos (me recuerda a ese sentimiento veraniego, azul y plácido de este mar), futuristas, intemporales y cálidos, a pesar de venir de tierras antagónicas. Temas como Glacing At The Moon, What About This Love? o Missing You te hacen ausentarte para crearte un estado de placer sensorial permanente.
Su sonido deep house (en mi opinión, creador de este estilo) es una auténtica lujuria y regodeo para todos los sentidos. Su disco Introduction (MCA 1992) es un claro cimiento que no se deteriora con el tiempo. Su ocaso es constante y deslumbrante, aunque nunca podremos ver cómo termina este ocaso deep, ya que no hay ningún sitio ni ningún lugar para ver el sucumbir de este atardecer eterno.
Gran parte de toda su música ha sido lanzada con varios seudónimos, como el de Mr. Fingers, alias más conocido y que se le dio por su gran habilidad en tocar cualquier instrumento con los dedos, Loosefingers, Fingers, House Factors o Trio Zero. También formó parte del grupo Fingers Inc. que formó en 1985 junto con Robert Owens y Ron Wilson.
La esencia y el alma que crearon en su único Lp: Another Side (1988) marcó escuela fuera de lo que se solía pinchar en los clubes. Se abrió el camino al individualismo y al detalle del house. Temas como Bye Bye o So Gland desbordan sensualidad. Voces, órganos y caja de ritmos se unen para soñar y simular un universo deep house que más tarde Larry concebiría en muchos de sus discos. Sus letras hablan de todo lo que se estaba experimentando en aquellos años: alma, espíritu, amor y sexo. Estaban dando al mundo un escape, conocimiento y accesibilidad a la música más creativa, inocente y virgen de aquellos años.
De muy joven (con unos 17 años) estuvo en bandas de fusión como Infinity, donde acompañó a Adonis (uno de los primeros productores de la escena house de Chicago). Pero en 1984, ya cansado de moverse y rebullirse por grupos de jazz, reggae y rhythm´n´blues, empezó a ingeniar su esencia cuando compró su primer sintetizador y comenzó a engendrar su música. Entre sus primeras obras está uno de sus clásicos, Can You Feel It. Durante 1986 y 1987 lanzaría gran parte de sus singles en sellos tan importantes del house de Chicago como Trax o Dj Internacional.
En aquellos años en los que el house estaba en su plena cúspide, Larry Heard, que fue autodidacta, solo hizo lo mejor que sabía hacer: mamarse de todo lo que se pinchaba en las emisoras de radio y en los clubs de aquella época y trasmitirlo con elegancia e inteligencia emocional a través de sus dedos.
Nunca estuvo en el club The Warehouse que dio nombre al género (según dicen) y que abrió sus puertas en 1977, aunque solía ver a la “plebe” que trajinaba por allí (trabajaba en un edificio al lado de esta mítica sala). En este club pinchaba un pionero en este estilo: Frankie Knuckles, que en 1982 abrió su propio Club, The Power Plant, que rivalizaba con la otra no menos mítica sala de Chicago: The Music Box, que era frecuentada por Larry y donde se empezaba a pinchar su música. En The Music Box el Dj era Ron Hardy, otro monstruo de los platos, que experimentaba con la música disco, la electrónica que llegaba de Europa y con el primer hip-hop.
Desde los 80 hasta ahora, Larry Heard no ha dejado de crear y hacer música. El 13 de abril sacó su último álbum: Cerebral Hemispheres, con el alias de Mr. Fingers.
El próximo 8 de junio, en el festival de música electrónica Paraíso, podremos disfrutar de Larry Heard en el Escenario Club a las 00:40h.
Por: Félix Fernández.