En su primer show en solitario en nuestro país, la banda se preocupó de cada detalle en un show de más de dos horas donde repasaron cada uno de sus éxito con una conexión única entre sus fans.
Por: Matías Muñoz
Foto: Andie Borie - Dg Medios
Gracias a su carisma, espectáculo y calidad, Twenty One Pilots refuerza el porqué cada acción relacionada a su nombre, su música o sus fans es un éxito total que trasciende, incluso, generaciones.
Y es que la banda se merecía un show en solitario en nuestro país. Y sus fans también. Mientras el Estadio Bicentenario de La Florida se llenaba de banditos que no se demoraron en decretar el sold out, la expectativa y la emoción inundaba cada rincón del estadio. Gracias a su filosofía de honestidad y como un puente o medio para expresar problemáticas tan relativas a las nuevas generaciones, Twenty One Pilots ha creado una legión fiel y madura que les devuelve todo ese amor y cariño.
Foto: Andie Borie - Dg Medios
Como era de esperar, el grupo saltó al escenario entre las vertiginosas notas de “Overcompensate” y “Holding On To You”. El disciplinado Josh de lleno en la batería daba inicio al show mientras que entre luces y explosiones aparecía Tyler, caracterizado como Clancy para cantar y sentarse al piano.
Así, el show avanzaba sin descanso pasando por las eléctricas “The Judge”, “Tear in my Heart” o “Backslide”, con Tyler y Josh bañados en intensas luces rojas, pirotecnia e incluso surfeando entre el público.
Es esa conexión total con el público lo que hace más querida a esta banda. Su delicadeza y preocupación en los detalles hacen que el grupo convierta un estadio repleto en una pequeña habitación donde conviven los silencios y los recuerdos, creando una atmósfera de intimidad y tranquilidad. El grupo es capaz de conectar con adolescentes rebeldes, adolescentes introspectivos, padres y madres, parejas y niños, conmoviendo a cada uno con sus mensajes y cuidado sentido del espectáculo.
Foto: Andie Borie - Dg Medios
El detalle de la puesta en escena con dos escenarios auxiliares entre cancha general y cancha frontal fue la sorpresa que paralizó al estadio. Para interpretar a piano y batería “Addict with a Pen”, “Migraine” y “Fall Away”, Tyler y Josh se instalaron por largo rato en las dos tarimas que los dejaban de espalda a la cancha frontal pero de frente a la cancha general y galería, llevando el show en primera fila a quienes también merecían acercarse un poco más a sus ídolos tras intensas horas bajo el sol santiaguino.
“Mulberry Street” sirvió como dinámica para ver los miles de teléfonos encendidos de rojo y amarillo donde Tyler se encargó de organizar a cada sector del estadio para interactuar al ritmo de la canción. Esa conexión continua no cesó y el grupo proyectó complicidad y carisma con cada asistente, incluso con Martín, un pequeño fan que se subió al escenario auxiliar para cantar “Ride” a coro.
Foto: Andie Borie - Dg Medios
Desde la organización de sus fans hasta el impecable show que la banda ofreció se nota cómo su discurso y su potencia atraviesa corazones y sirve, en muchos casos, de escape. La vibra y el ambiente en el show de Twenty One Pilots no hace más que confirmar el poder de la música y la reunión, donde cada persona importa, cada situación personal y cada lucha. De generación en generación, la banda tocó a cada uno de los asistentes y se entregó por completo en un show completísimo que no escatimó en ánimos, potencia ni menos setlist. Twenty One Pilots refuerza su chapa de banda de talla mundial y en su primer show en solitario dejan la vara y las expectativas altas sobre lo que puedan dar a futuro.