Travis "L.A. Times": Un viaje de sentimientos encontrados

Tras cuatro años de ausencia discográfica Travis vuelve a las pistas de la mano de “L. A. Times”, su décimo álbum de estudio y en palabras de los nativos de Glasgow un retorno a la esencia personal de su tan exitoso “The Man Who” (1999). Esta placa fue compuesta íntegramente por Fran Healy en su estudio en las afueras de Skid Row, Los Ángeles. La producción del disco estuvo a cargo de Tony Hoffer, reconocido por su extensa carrera como productor y mezclador, trabajando con artistas de la talla de Beck, Phoenix, The Kooks, Depeche Mode, entre muchos otros.

Por: Gustavo Inzunza

Este álbum hace eco del variopinto de sensaciones y emociones que evoca la ciudad de Los Ángeles, lugar que durante la última década ha servido de residencia para el vocalista Fran Healy, y en donde a través de 10 tracks hace un repaso por el claroscuro de una ciudad que sirve de inspiración para un esperado retorno. La canción encargada de abrir el álbum es “Bus”, tercer single de la placa, que de inmediato invita a la introspección mediante ese característico sonido acústico de los escoceses y que se convierte en una auspiciosa introducción. “Raze the Bar” cuenta con la exquisita colaboración de Chris Martin (Coldplay) y Brandon Flowers (The Killers) en los coros, canción dedicada al mítico bar neoyorkino White & White Bar que mantiene los ritmos pausados, exudando melancolía en cada una de sus líneas, con un estribillo altamente contagioso que genera buenas sensaciones.

“Live It All Again” es una canción que juega con la oscuridad, desde sus primeros acordes impregna el ambiente de una profunda melancolía que se desborda a través del sonido de las cuerdas. “Gaslight”, la carta de presentación de este nuevo trabajo, cambia de inmediato las energías melódicas a través de una animada introducción de piano y un coro a múltiples voces que contrasta con el contenido reflexivo de una letra que se centra en la toxicidad de un concepto que tristemente se hace cada vez más recurrente en nuestra sociedad: el gaslighting. El disco continua con “Alive”, que matiza algunas pinceladas de sonido folk con la impronta propia del cuarteto en base a ritmos controlados y un coro que se asimila rápidamente. Esta montaña rusa de emociones vuelve a cambiar de dirección de la mano de “Home”, que transmite optimismo en base a una mezcla sonora que juega con la electrónica y lo experimental.

Ya entrando en la última etapa del disco hace su aparición la lúdica “I Hope That You Spontaneously Combust”, que desde sus primeros acordes hace recordar el sonido más clásico de Beck, canción que no aporta mucho más allá que para servir como pausa energética. “Naked In New York City” balada acústica que vuelve a bajar las revoluciones en base al sonido más reconocible de los liderados por Healy, con esa fórmula tan conocida y que tan buenos dividendos le ha traído durante su trayectoria, transformándose en una apuesta segura para adornar un álbum perfectamente equilibrado. El tema “The River” es quizás el tema más intrascendente y descartable de la placa, siendo también el track más corto parece perderse en múltiples propuestas que no terminan por cuajar. El cierre del álbum corre por cuenta del corte homónimo “L.A. Times”, que sorprende por aventurarse con un estilo rapero, sonidos electrónicos y sintetizados, todo bien adornado con trazos de pausas melódicas.

Con esta nueva entrega Travis no asume tantos riesgos desde un prisma sonoro, manteniéndose relativamente fieles a la fórmula que han pulido a lo largo de su exitosa trayectoria, sin embargo, no son políticamente correctos desde la perspectiva del contenido de sus letras, por el contrario, son capaces de jugar con las luces y sombras como temática central, testimonio integro de la realidad que se vive en las calles de Los Angeles más allá de la visión idealizada de la ciudad. “L. A. Times” es un álbum sólido y visceral, capaz de llevarnos en un viaje de emociones, donde conviven melodías llenas de optimismo con episodios melancólicos y lugares llenos de oscuridad. Sin lugar a duda un exitoso retorno de los nativos de Glasgow y una buena noticia para sus fanáticos.