Uno de los debuts más esperados por los fanáticos del post-hardcore de nuestro país es el de Touché Amoré, este próximo 8 de mayo en Sala Metrónomo.
Por: Joaquín Reyes
La banda se formó a mediados de los 2000 en Los Ángeles, como parte de una nueva ola de conjuntos que se destacaban por su intensidad sonora y una brutalidad lírica inspirada en el emo y punk más underground de los años 90 en Estados Unidos. Otras bandas que forman parte de este conglomerado son La Dispute y Defeater. Con una impecable trayectoria que incluye seis discos de estudio, los californianos se han convertido en referentes fundamentales del ruido avasallador como acto de expresión y liberación emocional.
Touché Amoré ha conquistado a su fanaticada con letras que golpean directo al corazón gracias a su honestidad descarnada. La voz de Jeremy Bolm irrumpe en los oídos con gritos desgarradores que abordan la ansiedad, crisis de pánico, soledad y la búsqueda de sentido frente a un mundo que muchas veces parece desolador. Jeremy ha declarado que si la gente es lo suficientemente amable como para escucharlo gritar, lo mínimo que puede hacer es dejarlo todo en el escenario. La honestidad deslenguada aparecieron desde el primer disco de la banda, “…To the Beat of a Dead Horse” de 2009, donde los ataques de ansiedad pasaban a ser escritos donde los pensamientos más duros se convirtieron en himnos del post-hardcore. Como esa “Honest Sleep” y su letra I'm losing sleep, I'm losing friends I've got a love hate love with the city I'm in I'll count the hours, having just one wish If I'm doing fine there's no point to this” La icónica voz de Jeremy se ve acompañada por riffs tan melancólicos como explosivos, y una batería que acompaña la orquesta de distorsión con precisión y potencia demoledora.
La consagración definitiva llegó con el aclamado álbum “Stage Four” en 2016, un proyecto profundamente personal inspirado por la muerte de la madre de Jeremy a causa de un cáncer de mama. El título hace referencia directa al estado más avanzado de la enfermedad (Etapa IV, metástasis). La intensidad emocional del disco es brutal: durante media hora, Jeremy canta con crudeza y vulnerabilidad sobre el proceso de acompañar a su madre en la enfermedad y el duelo posterior. La vivencia de un año sin su madre se escucha en “New Halloween”, revivir el día del fallecimiento y todo el torbellino emocional se siente en “Eight Sceonds”, y recordar lo bello de la relación es algo emotivo que se toca en el cierre “Skyscraper”. Es una obra que golpea fuerte, sobre todo si se ha vivido una experiencia similar. Una montaña rusa emocional envuelta en una muralla sonora que emociona desde el primer al último acorde. Un disco esencial para los amantes del género.
La banda llegará por primera vez a nuestro país presentando su más reciente trabajo: “Spiral in a Straight Line", un álbum que sigue explorando temas como la tristeza, la angustia y el desafío de superar la adversidad. Aquí, Touché Amoré suena más sólido que nunca, combinando su característico sonido con sutiles guiños al indie rock. Las cuerdas siguen rugiendo, pero los acordes encuentran momentos de mayor armonía, mientras la batería continúa golpeando como un cañón.
El proyecto cuenta con colaboraciones especiales de Lou Barlow (Dinosaur Jr.) en la canción Subversion (que referencia a la banda de Lou “Sebadoh”) y Julien Baker, quien aporta su voz en el cierre “Goodbye for Now”.
Touché Amoré es conocido por sus presentaciones en vivo inolvidables. Jeremy y compañía lo dejan todo en el escenario, mientras el público explota, salta, se sube al escenario y se lanzan devuelta a la pista.