Frente a un repleto teatro Coliseo, Tortoise entregó una clase magistral de lo que es música y hermandad. Celebrando los 25 años de su aclamado disco TNT de 1998, el sexteto de Chicago expuso en más de una hora y media de show su envergadura en el escenario, recorriendo de principio a fin el larga duración considerado fundamental dentro de la escena musical asociada al post rock.
Por Nelson Vega V.
Foto: Luis Marchant
Eran las 20.30 y se empezaba a llenar de a poco el recinto acompañado musicalmente por la Narval Orquesta, quienes con su música y llamativo juego de luces encendía los ánimos del lugar acompañado de cálidos aplausos por parte del público debido a su erudición musical. Dentro de la pandilla musical destacaba Valentina Palomino, música que acompañaría posteriormente a Tortoise con las cuerdas de su cello.
Posterior a lo entregado por los músicos chilenos, empezaban a salir de a poco los músicos estadounidenses a afinar y ecualizar ellos mismos sus instrumentos, destacando Doug McCombs y John McEntire al minuto de ir predisponiendo sus instrumentos al show que se nos avecinaba.
Ya siendo las pasado las 21.30 en la fría noche santiaguina salían los seis talentos encargados a dar vida a una obra de principio a fin. Acompañados por dos baterías, dos bajos, guitarra y teclados y sus efectos asociados el grupo de Chicago fue ovacionado al solo entrar y pisar el escenario del recinto de Nataniel Cox.
La noche empezó, como era de esperarse, con la canción llamada igual que el disco, *“TNT”, en donde al ya sonar los primeros ritmos de batería se encendió el público por ver nuevamente a la agrupación en vivo en nuestras tierras tras ocho años de espera. La muestra expresada en los primeros 3 temas estuvo acompañada de un silencio sepulcral en el cual los espectadores estaban atentos a cada movimiento y sonido que iba emergiendo de los instrumentos que se iban adicionando de a uno a lo que se estaba gestando, caracterizado además por las suscintas apariciones del ensamble de cuerdas de nuestro país que acompañaba a los músicos.
“Ten Day Interval” destacó como la canción en la cual tres de los seis músicos se colocaron en dos largas Kalimbas replegadas en el escenario a interpretar la pieza, la cual sonaba calcada y extraída con exactitud del disco debido a su puesta de sonido.
La noche siguió con “I Set My Face To The Hillside”, en donde la guitarra acompañada de sonidos más asociados al jazz rápidamente destacó entre los espectadores, evidenciando lo esperada que estaba siendo esta canción.
Los intérpretes destacaron en todo momento por su precisa interpretación instrumental y sostenida concentración a cada sonido que iba surgiendo producto de su ingenio. Al mismo tiempo, con el pasar de las canciones se iban intercambiando entre los instrumentos presentes en el escenario.
Ante cada canción, John McEntire agradecía la atención y aplausos otorgados por el público en cada segura puesta en marcha musical por parte del sexteto.
“The Suspension Bridge At Iguazú Falls” destacó como la canción que expuso el conflicto e interdiálogo que estaba surgiendo entre los músicos. Doug McCombs era el encargado de encabezar esta pieza, mediante un riff de bajo característico que iba desenvolviendo el proseguir de la canción mientras esta se desentrañaba.
Ya finalizando la noche, Tortoise expuso “Jetty”, canción minimalista y rítmica asociada a las influencias electrónicas y krautrock de la banda. Ante esta, el público rápidamente empezó a bailar y a moverse en son de la música expresada por el sonoro soundsystem llevado a cabo en el escenario por los americanos de Chicago.
Ya finalizado el disco, los compositores de aquel disco de 1998 expusieron las infinitas gracias y agradecimientos ante el lleno Teatro Coliseo que los estaba divisando.
Posteriormente, el sexteto retornó al escenario para poder interpretar a modo de bis la apasionada y seductora en términos musicales “Along The Bank Of Rivers” del disco “Millions Now Living Will Never Die” de 1996 y “Crest” de “It’s all around You” de 2004. Ante este regalo y joya desglosada el público rápidamente empezó a silbar y a agradecer por lo que estaban divisando, un clásico de pies a cabeza.
La noche de ayer Tortoise expuso con creces y erudición el cumpleaños de un disco importante dentro del catálogo musical que ha entregado Estados Unidos al mundo, de la mano de un ensamble local de cuerdas y vientos que no se quedó atrás ante cada movimiento de la banda americana. El sexteto expone y deja en grande la premisa de que los discos pueden ser celebrados, y más aún interpretados a cabalidad de una manera en la cual escucharlos es teletransportarse a la magia musical que busca expresar cada uno de sus integrantes.
Setlist:
- TNT
- Swung From the Gutters
- Ten-Day Interval
- I Set My Face to the Hillside
- The Equator
- A Simple Way to Go Faster Than Light That Does Not Work
- The Suspension Bridge at Iguazú Falls
- Four-Day Interval
- In Sarah, Mencken, Christ and Beethoven There Were Women and Men
- Almost Always Is Nearly Enough
- Jetty
- Everglade
- Along the Banks of Rivers
- Crest
Fotos por Luis Marchant
NARVAL ORQUESTA
TORTOISE