Hablar de Tom Morello no es simplemente hablar de uno de los músicos más influyentes de los últimos 30 años, sino también de un artista que entiende a la perfección la capacidad que tiene la música de actuar como una herramienta revolucionaria. Influenciado tanto por sus orígenes familiares como por su desarrollo académico, el histórico miembro de Rage Against The Machine ha dedicado su vida al activismo político, siempre acompañado de su mejor arma: la guitarra.
Por José Tomás Prado
Tom viene de una familia particular, una que curtiría al ídolo de la guitarra que conocemos hoy en día y que nos entregaría himnos de resistencia como “Know your Enemy” y “Killing in the Name”. Su padre, Ngethe Njoroge fue participante activo en el levantamiento de Mau Mau, reconocido hecho que, según diferentes historiadores, aceleró el proceso de independencia de Kenia a la colonia británica. Además, en 1964 se convirtió en el primer embajador de Kenia ante la ONU. Fue en una protesta en el país africano donde conoció a Mary Morello, una maestra de escuela oriunda de Illinois especialista en la historia de África y América Latina que había dedicado gran parte de su vida a enseñar inglés en países de Europa y Asia.
A pesar de que su padre negara su paternidad a temprana edad y regresara a Kenia, Morello fue criado por su madre en Illinois y asistió al Libertyville High School, una escuela ubicada junto a barrios principalmente blancos. Fue desde este momento que Morello empezó a descubrir su pasión musical y se enamoró perdidamente de la guitarra eléctrica. Tanto por la influencia de los conocimientos de su madre, como por la música que escuchaba, Tom empezó a desarrollar una inclinación por las políticas de izquierda que eventualmente lo llevarían a estudiar ciencias políticas en Harvard.
Tras finalizar sus estudios y trasladarse a Los Ángeles, trabajó en la oficina de un senador de los Estados Unidos y vivió su primer fracaso musical con la banda Lock Up. Fue aquí que Tom entendió que, a pesar de querer formar una banda y hacer música que tuviera éxito comercial, no podía dejar de lado sus ideales políticos. Estos de alguna manera deberían estar impregnados en la música y dejar un mensaje a todo aquel que escuchara. La llegada de Zach De La Rocha a su vida y el posterior éxito de Rage le demostraron que al igual que Bob Dylan, Joe Strummer e incluso Víctor Jara, la música siempre sería su mejor aliada a la hora de actuar a favor de lo que él considerara correcto.
Con el tiempo, Tom demostró que el mensaje siempre puede ir más allá. Además de revolucionar la manera en que se entiende la guitarra eléctrica y el uso de efectos, dejó claro que cada instrumento debe estar dotado de identidad. El rayar guitarras y escribirle frases con mensajes políticos, o literalmente incendiar banderas encima de los amplificadores han sido el sello de una carrera envidiable, que le ha permitido a este arquitecto de las seis cuerdas colaborar con artistas de la talla de Bruce Springsteen o Cypress Hill, sin dejar de ser fiel a sus ideales.
Tom Morello llegará por primera vez a nuestro país como solista el próximo 6 de junio. En lo que promete ser un regalo para los fans, el Teatro Caupolicán disfrutará de un espectáculo que tiene al Guitar Hero interpretando un setlist de lujo, en el que mezcla piezas de su carrera solista con los himnos de Rage Against The Machine, Audioslave y Prophets of Rage.
