Tras 6 años desde el boom de “La Síntesis O’Konor”, los trasandinos abrazan antiguas y nuevas influencias para un siguiente capítulo en la historia de una de las bandas emblema del rock argentino de la última década. En el marco de su regreso al país el próximo 1 de noviembre, en Sunderbeats quisimos ahondar en la fascinante última placa discográfica de los hombres liderados por Santiago Barrionuevo.
Por José Tomás Prado
Para muchos, vivir de la música en esta parte del mundo significa dotarse de paciencia y ser persistente. Entender que las oportunidades llegan gracias al trabajo, pero principalmente por el amor a lo que se está creando, y así lo lleva demostrando “Él Mató” hace más de 20 años. Una carrera que ha estado marcada por una originalidad sonora y visual que ha sido altamente alabada por la crítica especializada y que ha logrado influir profundamente en muchos de los artistas que año a año van emergiendo no solo en Argentina, sino que en toda Latinoamérica.
Esa mezcla de punk y shoegaze de sus inicios, abrazando la dulce pero poderosa voz de Santiago Barrionuevo y la posterior inclusión de sintetizadores han culminado en lo que este año conocimos como “Súper Terror”, el nuevo revés de la banda en su sexta placa discográfica. Al igual que en su anterior disco, este trabajo fue grabado en los icónicos Sonic Ranch Studios durante su gira por Estados Unidos en 2022, lo que le permitió a la banda dar rienda suelta a nuevas canciones en un lugar donde ellos mismos han declarado sentirse como en casa.
Los primeros cortes del álbum llegaron de la mano de “Tantas Cosas Buenas” y “Medalla de Oro”, dando el puntapié inicial a un nuevo experimento sonoro, donde las baterías ochenteras y el protagonismo de sintetizadores marcaban la pauta para el esperado regreso de los argentinos. Sus lanzamientos coincidieron también con el título de la selección argentina en la pasada copa mundial de fútbol, lo que quedó demostrado en el brillante videoclip del segundo single. “Un Segundo Plan” es la encargada de dar el vamos al disco con un punteo que nos recuerda al último trabajo de The Strokes y una batería que anticipa la entrada de filosas guitarras cargadas de efectos que se encargan de no empañar la voz de Santiago. Diversos arreglos acompañan simples pero emotivas letras que rápidamente conducen a un pegajoso coro, el sello de la banda.
Tras “Medalla de Oro”, la rápida entrada de “Diamante Roto” despacha la energía necesaria para despegar en el tracklist. Dedicable y frenética, esta canción ha demostrado ser un punto alto en las presentaciones en vivo y sin dudas uno de los mejores cortes del álbum, donde se regresa a las raíces al mismo tiempo que se encaran los aprendizajes del camino. A diferencia de su antecesor, Súper Terror deja de lado la intención de crear densas atmósferas para dar paso a canciones que van más al grano, aprovechando de manera inteligente el sonido de la banda para soltar grandes coros y trabajados pasajes de guitarras armonizadas.