El músico chileno observa el paisaje, ama como adulto, abraza las dolencias y levanta diez canciones capaces de conmover con recursos que pasan por el Indie, el Folk, la balada y el Pop.
Canciones que no calzaban en el imaginario de Niños del Cerro; canciones que vienen desde el mismo lugar, pero con otras intenciones. Simón Campusano, el vocalista y compositor de NDC, está debutando con sus primeras canciones en solo, un viaje interno que llega bajo Quemasucabeza con el nombre de "Brillo".
Con una contundente carrera como parte de la banda originaria de la comuna de La Florida, en Santiago de Chile, el músico abre sus sentimientos e ideas para levantar este conmovedor largaduración; un trabajo que sabe de luminosidad, como escuchamos en la canción que rotula el álbum; de nostalgia, como se aprecia en “La Astuta Cordillera de la Costa", o de esa sensación de infinidad que nos deja el track recién presentado ayer, “Tres Veranos en un Año”.
Dos años, entre crear y grabar, es lo que destinó Campusano a este estreno. Un camino que lo ha llevado a mutar y también a coleccionar esas anécdotas que sabe relatar a la perfección, logrando transformar sus tonadas en verdaderos himnos sobre cómo vemos pasar la vida.
Con Martín Pérez Roa (Merci Merci) en la producción, el cantante se desenvuelve en novedosos y evidentes bajos, juega con mantras intensos y sanadores, se samplea, se parafrasea, y logra conectar con su mundo más personal, haciendo evidente la necesidad de un proyecto en solo.
Una decisión que se viene gestando hace rato, cuando notó que habían historias y sonidos que no encajaban totalmente en el concepto de la banda, pero que sí eran canciones dignas de ver la luz; a modo de ritual, a modo de registro.
Siempre con simpleza y honestidad, sus creaciones se posicionan como recorridos cándidos del día a día, todo sumado a un torrente de influencias que le permiten pasear entre el Indie mundial y los sonidos de raíz de Chile.