El Parque O’Higgins volvió a vibrar al ritmo de las voces femeninas y disidentes con una nueva edición de Ruidosa Fest, el festival fundado por Francisca Valenzuela que desde 2016 se ha convertido en un espacio de música, conversación y reflexión sobre la presencia y la potencia de las mujeres en la industria. Durante los días 11 y 12 de octubre, la cita reunió a más de una veintena de artistas nacionales e internacionales, abarcando desde el pop y el rock hasta la cueca, la cumbia, el trap y la electrónica. Dos jornadas distintas pero complementarias, unidas por la misma premisa: hacer ruido con sentido.
Por: Daniela Toledo
Día 1: Myriam Hernández y el legado del pop
La primera jornada fue una auténtica cátedra en vivo del power femenino, con figuras que representan distintas generaciones del panorama musical chileno. Desde las primeras horas del sábado, el bloque musical abrió con Nekki y su R&B contemporáneo, seguido por LAIA, Catalina y las Bordonas de Oro y la etérea Karla Grunewaldt. El público, diverso en edad y género, fue creciendo con cada presentación marcando el inicio de una jornada donde el pop, el folclore y el rock convivieron con naturalidad.
Siguiendo, Supernova, Fran Maira y Princesa Alba encendieron la tarde con sus sonidos urbanos y poperos, la última incluso estrenando un nuevo single y compartiendo escenario con Kuina y MS Nina. Luego, Javiera Parra y Nicole retomaron el pulso del pop rock con los clásicos noventeros, y esta última, fue acompañada también por Princesa Alba en Quédate, demostrando que los géneros pueden convivir sin jerarquías.
Mientras en el exterior el público disfrutaba de estos dos escenarios y de las áreas verdes de este sector del Parque O’Higgins, Mariana Montenegro y DJ Polach pusieron ritmo desde la Cúpula, transformándola en una verdadera rave. La primera noche cerró con una de las artistas más esperadas: Myriam Hernández, quien convirtió el Parque en un coro unánime con El hombre que yo amo, Te pareces tanto a él y Huele a peligro.
Entre los brillos, la cantante realizó un gesto simbólico y estrenó un tema dedicado a la fuerza de las mujeres frente a los femicidios, reafirmando su lugar como una de las grandes referentes de las voces femeninas que integraron el cartel de este festival. Con elegancia y energía intactas, Myriam entregó una clase magistral de interpretación y presencia.
Día 2: Francisca Valenzuela y Mon Laferte coronan el ruido
El domingo 12, Ruidosa subió el volumen y duplicó la convocatoria. Más de diez mil personas llegaron al Parque O’Higgins para vivir una segunda jornada con un carácter más juvenil, donde los sonidos electrónicos, urbanos y experimentales tuvieron mayor protagonismo.
La jornada comenzó con Javiera Electra y su propuesta de art folk performático, seguida de la fuerza política de Daniela Millaleo, quien elevó la voz mapuche contra el racismo y la discriminación. Luego, Chini.PNG contrastó en los ánimos y llevó a la audiencia el espíritu del indie y el rock alternativo con un mensaje de ternura. Mientras tanto, el bloque electrónico se bailó en la Cúpula con DJ Gowosa, DJ Baby V4mp y DJ Popola Clab.
La tarde avanzó con Cami, quien regresó a los escenarios tras seis meses repasando su disco Anastasia, y Javiera Mena, quien se consagró nuevamente como la reina del electropop (y de los gays) de Chile, haciendo del Parque un espacio seguro para el baile y la diversidad con himnos como Otra era y Espada.
El bloque urbano lo encabezaron MS Nina con su perreo explosivo, Villano Antillano, quien prendió al público con Vendetta y su sesión junto a Bizarrap. Sin embargo, fue AKRIILA quien acaparó todas las miradas con nada más que la sencillez de su puesta en escena pero la provocación de su voz, en un género musical entre lo urbano y lo experimental que ni la artista ha sabido definir.
Luego, fue el turno de la anfitriona: Francisca Valenzuela, que, con algunas pausas para agradecer la asistencia al festival y expresar el arduo trabajo que realizó para llevarlo a cabo, desplegó su disco Adentro junto a clásicos como Peces, Prenderemos fuego al cielo y La Fortaleza. Incluso, invitando a dragqueens chilenas al escenario, demostrando que la visibilidad de mujeres y disidencias siempre será el corazón de este evento.
El gran final: Mon Laferte, cabaret y catarsis
El cierre estuvo a la altura de la expectación: Mon Laferte regresó al país como la gran estrella de la noche, reivindicando su última presentación en marzo de este año en Lollapalooza Chile, donde fue asignada a un escenario secundario. Esta noche, vestida de brillos y con un cabello que reflejó esta etapa donde encarna a una showgirl digna de Hollywood, la artista repasó con dramatismo su trayectoria con canciones como Tormento, Amárrame y Tu falta de querer, además de adelantar material de su próximo álbum Femme Fatale, con estreno previsto para el 24 de octubre.
Con una puesta en escena teatral que transformó este espacio del Parque O’Higgins en un cabaret y una voz que atravesó la multitud, Mon entregó un show impecable, cerrando con una ovación el encuentro que este año consolidó a Ruidosa como una plataforma esencial para la música femenina y disidente en Chile.
Finalizando este evento con éxito, Francisca Valenzuela confirmó la versión 2026 y anunció que Ruidosa se convertirá en un festival anual con Bizarro como productora principal, mientras ella asumirá el rol de productora ejecutiva.
- “La música hecha por mujeres no es solo para mujeres. Este festival demuestra que todos podemos disfrutar de estas propuestas tan diversas y necesarias”, señaló.