La novedosa propuesta del trío de Brooklyn se presenta en el segundo día del festival. Con tres discos de estudio en la mochila y varias apariciones en Europa, se espera que el primer tour por Sudamérica deje recuerdos memorables para los fans del synth-pop.
Por: Joaquín Reyes
En una edición del festival marcada por el poderío de la guitarra de excelentes bandas y artistas como Jerry Cantrell, Franz Ferdinand y The Smashing Pumpkins, el grupo neoyorquino conformado por Ian Richard Devaney, Aidan Noell y Alex MacKay emerge como los encargados de aportar una cuota más ligada al baile, mezclada con una paleta de brillantes sintetizadores.
La historia de la banda es tan cautivante como la música que componen. Habiendo iniciado como un proyecto solista, Ian buscó alejarse del sonido más indie rock que le dio sus primeros destellos de fama con la banda Static Jacks (también de NY) y buscó inspiración en la música que marcó su infancia: el synth. El estilo de los temas compuestos por el grupo está claramente inspirado por los clásicos de los 80 como New Order, Pet Shop Boys, DEVO y, particularmente, la canción “Electricity” de OMD, que Ian ha indicado como la motivación para cambiar de estilo musical. El proyecto creció con la inclusión de un ex compañero de banda (Michael Sue-Poi) y la esposa de Devaney, Aidan.
A pesar de que la banda tiene casi ocho años de vida, su primer LP, “Introduction, Presence”, apareció en streaming en mayo de 2020. El esfuerzo para poder sacar el debut involucró un proceso de años, buscando tiempo para grabar en ventanas, un horario donde Noell no estuviera trabajando de niñera y que los chicos estuvieran libres de las cafeterías y restaurantes donde trabajaban. Para coronar, los recién casados Ian y Aidan, en vez de pedir regalos en el matrimonio, solicitaron a sus seres queridos que les dieran dinero para poder finalizar la producción del disco. El trío se ha autodenominado como “synth-pop de la clase trabajadora”, y por anécdotas como la anterior, está claro que no es solo un término relacionado con la música que producen.
El primer disco de la banda, así como el sucesor “A Way Forward” (2021), se caracterizan por evocar una sensación de calidez tremenda. La nostalgia vive en canciones donde el sintetizador es protagonista, la línea de bajo es precisa y la poderosa voz de Ian resuena como un eco en ambos oídos. Los beats que sirven como base de cada estrofa van creciendo hacia un coro explosivo, buscando crear la mejor mezcla de sonidos y un dulce auditivo que se mantiene en el puente y cierra con perfección. Canciones como “On Division St.” y “September Again” cumplen esta cuota. Hay temas de contenido melancólico que tienen un ritmo muy celestial, como “Friend Machine” y “Wounds of Love”. También existen canciones que dejan el synth como actor secundario y buscan un apoyo más fundamental de cuerdas, con los temas excelentes “The Wall and I” y “Across That Fine Line” del primer y segundo álbum, respectivamente.
Las restricciones de la pandemia colaboraron para que el trío ganara una considerable cantidad de nuevos fans, particularmente por cómo un sonido clásico se transformaba en algo moderno y reconfortante en las canciones de los primeros discos. El éxito que han desarrollado los ha llevado a realizar varios tours por EE. UU. y Europa, destacando una residencia con LCD Soundsystem en Nueva York, presentaciones en Brooklyn Steel y sets en el Primavera Sound (Barcelona) y en el IndiePlaza del Rockefeller Center en 2023.
Las últimas presentaciones mencionadas se realizaron en el contexto del último trabajo de la banda: “Strange Disciple”. Un excelente disco que se nutre del estilo trabajado en el pasado de la banda y presenta la producción de Nick Millhiser de LCD Soundsystem, como también la inclusión de Alex MacKay como el nuevo bajista y colaborador (también gran amigo de la vida de Ian y Noell). Una paleta de sonidos más amplia y divertida se presenta en este álbum, con temas para moverse de lado a lado como “Sole Obsession” y “Surely Can’t Wait”, manteniendo también algunas canciones más góticas como “Weak in Your Light” y “Swimming in the Shallow Sea”. Es por este disco que la banda llega por primera vez a nuestro país; esperemos que los clásicos de la banda, así como los nuevos trabajos, suenen fuerte y conviertan Ciudad Empresarial en una disco por 45 minutos.